El faraón Katsuki tenía su trabajado cuerpo sobre aquel muchacho con brazaletes e inseguridad,a costa de lo que pasaba por la mente del más alto y acomodado. Aún si,no titubeó ante esos ojos candentes y frívolos, pues estos habían capturado toda atención en su débil ,y dependiente mente.
—¿A que se refiere...?—Mencionó en ese instante con un evidente sonrojo en sus mejillas con pintas negras, lo cual le hacía parecer una sabrosa fruta fresca—.
Katsuki dió una sonrisa ladeada, la cual causó una reacción en aquel cuerpo virgen e ingenuo ,en temas sexuales.
Deku sintió su cuerpo latir con fuerza en cada rincón ante aquellos rubios cabellos y exquisito olor que ahora, podía sentir.—Me pusiste un apodo a pesar de ser una escoria ,y sólo un objeto para mi satisfacción, así que despídete de que seas un chico virgen desde hoy.
Lo advirtió sólo una vez, viendo como aquella fascinación ahora era temor de que llevase a cabo sus palabras. Por ende Deku giró, pero antes de que pudiera arrastrarse lejos de aquel faraón, este lo tumbó fácilmente en el suelo frío con la espalda de Izuku bajo sus pies.
La desesperación y deseo,ahora lo consumían, pues su mente no estaba clara. Su cuerpo, ardiente como si saliera de un horno,decía: "quedate quieto y disfruta" ,pero su razón...su parte cuerda e inexperta en aquellos temas y posiciones causaron que esa propuesta fuera incierta "tengo miedo...".
—No...por favor —sintió como le ponía sus manos cándidas en su espalda, estremeciéndose y cerrando sus verdes ojos iluminados—. No abuses de mi...
Aquella suplica sólo causó que los labios de Katsuki forzaran a los de Deku estarse abiertos luego de ejercer presión. En sus manos, uniendo sus labios en un tipo de beso poco sutil y agradable.
Pues si bien aquel rubio tenía los labios ajenos así, Izuku estaba con sus orejas gachas, y aquel terror en sus ojos con sus labios, y cuerpo inmóviles: estáticos.La mano libre del faraón se deslizó desde aquella espalda, a aquel cuello, causando un estremecimiento en los cabellos verdes y rostro con pecas.
— Muévete...o grita, y te mataré con una explosión en tu cuello.
Terror. Eso había actuado en el muchacho, quien sólo se dejó voltear con aquellas manos allí. Jamás creyó que aquel rubio fuera a molestarse tanto por el mero hecho de poner un torpe apodo como diminutivo.
Nadie le había tomado suficiente confianza al faraón,además de su querida hermana bastarda llamada Himiko Toga. Ella, quien en verdad no temía a la muerte, era una de las contadas personas que le decía de una forma distinta a su posición.
Deku no era nadie más que un inútil objeto sexual y adorable, lo cual no le permitía tener la confianza para ponerle un apodo de ese calibre.
—Vas a seguir llamándome Kacchan mientras gimes de placer.
¿Porqué era tan excitante la idea de tenerlo sobre si? El tener aquellos cabellos dorados y ojos rodeados en un negro que acentuaba su mirar penetrante y cautivador,ahora ejercían una fantasía en esa mente amigable.
Los ojos de Izuku destellaron, y sus manos solo cubrieron la parte baja a sus caderas ,en cuanto una idea nueva pasó por su mente.—¿Porqué abusarías de alguien como yo? —Fue callado por un beso feroz, pues aquellos labios masculinos que inusualmente sonreían,se habían unido a aquellos sumamente agradables—.
El roce fue sutil en la primera ocasión, y quien deslizó sus manos por aquellos brazos tonificados,entrecerró sus ojos, viendo que su majestad los tenía cerrados en totalidad.
Deku otorgó un gemido leve en cuanto el beso fue más intenso, pues aquel Faraón solo seguía tomando su mentón mientras usaba su lengua, en una intensión de crear placer.
Deku sujetó sus brazos fornidos, y el sonrojo en sus mejillas se incrementó,apenas el mayor tocó su pectoral derecho.
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Tortura en corazones
FanfictionEn el antigüo Egipto el faraón Katsuki recibe una ofrenda maldita. Un chico que era castigado por Anubis por razones que jamás se conocen,aquel muchacho que ahora debía llevar orejas de chacal tenía una misión: Debía inicialmente aniquilar al primer...