Entonces fuí por ti.
Al llegar al aeropuerto te despediste de algunos compañeros, te subiste a mí auto y me saludaste con un beso en la mejilla y un abrazo.
—¿Me podes prestar el volante?
—Claro, dejame lo saco de su lugar. —mi sarcasmo se hizo presente.
Reiste.
¿Eh dicho que me encantaba tu sonrisa?
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Sana Mis Heridas
Historia CortaQue Fácil Fue Decir Adiós, Decir Que Todo Se Acabo, Que Todo Fue Una Estúpida Mentira Que Fácil Acabaste Con Mi Vida Mira Lo Que Han Hecho Tus Mentiras Mira Lo Que Hiciste Con Mi Vida. ¿Que Tal Si Todo Fuera Diferente? Si No Me Fueras Mentido, Enga...