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Era un lunes y tenia un juicio, sobre una mujer que se negaba a que su esposo que había cambiado su sexo viera a su hijo, ese día no gane el caso. Pero no me daría por vencida, aunque se que cada uno tiene sus derechos y lo respeto.

Fue el día que te conocí, estaba lloviendo y estabas caminando por las hermosas calles de buenos aires, empapado. Siempre fui tan bondadosa que aparque mi auto y dije que subieras en el.

-No quiero molestar. -dijiste con pena.

-No es molestia, ¿a donde ibas?

-Tenia un partido, soy futbolista tenia que estar en el estadio de practica de hay saldría un autobús para el juego, mi auto se averió de repente, estaba bien. -dijiste.

-Tranquilo, yo te llevare pero temo que tendrás que cambiarte ¿no?

Reiste.

Tu sonrisa era tan hermosa, era tan bella.

Me encantaba tu sonrisa.

-Si, además creo que el entrenador y todos me estarán esperando pero espero que entiendan. -mencionaste apenado.

No entiendo por que estabas apenado

¿Era la primera vez que estabas con una mujer? O ¿era la primera vez que te montabas en el auto de una mujer?

Aun tengo esa duda.

Te lleve al lugar donde estaban todos esperándote, esperaba verte de nuevo.

Te desee suerte, sonreiste ¿había mencionado que me encanta tu sonrisa?..

Bueno, si no me encantaba tu sonrisa. Era tan linda.

Sana Mis HeridasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora