One Shots Lemon ➸YoonMin ❪✓❫

Mi profesor preferido

Entró un nuevo profesor que se hizo cargo de la clase de música. Desde ese entonces se convirtió en mi clase favorita.

El profesor tenía cabello negro, ojos color café, no era muy alto, casi era de mi estatura..

Su apariencia era fresca, joven, y encantadora.

Min Yoongi (el profesor), era muy buena persona casi con todos en el instituto, en ese momento me parecía que tenía la sonrisa más pervertida del mundo, su trato con los estudiantes era amable. Pensé que su trato amistoso era normal.

El profesor me trataba diferente. Hablábamos siempre después de clases y de vez en cuando nos mandábamos mensajes de texto, aunque nada era muy comprometedor.

Me volví su secretario de clase, por fortuna, pasaba más tiempo con él.

Finalmente, después de un tiempo me invitó a su casa porque "íbamos a revisar los trabajos de fin de periodo de mis compañeros", sabía que era una excusa para estar solos, pero no me molestó la idea.

Le dije a mi mamá que iba hacer un trabajo con mis compañeros, me daba miedo decirle que iba para la casa de un profesor, no quería que ella pensara mal.

Cuando llegue a su casa todo era acogedor y estaba todo muy bien acomodado, tenía fotos de su familia, él, sus hijos y esposa, me sentí mal ya que no podía creer que alguien se fijara en mi, en tan corta edad que tenía.

El había notado mi tristeza, por lo que me llevo a la cocina.

- Lo prepare especialmente para ti- dijo con una sonrisa, poniendo al frente un plato con espagueti.

Asentí con una leve sonrisa mientras mis manos temblaban.

Habíamos comido juntos, pero en el momento que yo lo hacía la cuchara resbalaba de mis dedos. Quizás era por los nervios que sentía.

Al pasar de minutos, ambos ya habíamos terminado de probar alimentos, decidimos conversar un poco, y creo que el comenzó la charla por la tensión que se sentía. La platica que tuvimos fue tranquila, sobre mi familia y que hacía en tiempos libres, también se colaron mis gustos y un par de preguntas.

- ¿Tienes novia?. - pregunto media sonrisa.

En ese momento un nudo se formó en mi garganta, que me impedía hablar con claridad.

- N-no, a veces me preguntó si en verdad me gustan las mujeres.— solté levemente mientras juntaba mis manos.

Y ese fue el gran paso para que me llevará hasta su cama.

Me había llevado a la parte de arriba, entre besos y caricias que me hacían temblar, lentamente me quito el saco de la escuela y mis pantalones. Tenía calor y mis manos sudaban, y yo no sabía por qué me pasaba eso.

Decidí desabrocharle el pantalón, pude ver su pene erecto que se asomaba por la pretina de aquella tela, lo tome entre mis manos y lo masturbe varias veces, él paso sus manos por todo mi cuerpo hasta detenerse en mi mienbro, me masturbaba con más fuerza de la que yo lo hacía, se inclinó para besarme, mordía mis labios y una pequeña corriente por todo mi cuerpo pasaba. No sabía que horas marcaba en el reloj, todo estaba oscuro ahí adentró, pero eso no importaba ahora.

Mi profesor había bajado hasta mi cuello dejando besos y succionandolo un poco, dolía pero no tanto, era algo soportable.

¿Así se sentía el placer?, me pregunté.

Llegó a mis pezones, empapandolos de saliva, puso mis piernas en sus hombros , me miro a la cara y sonrió ladino, un dolor profundo me inundó, me había lubricado con un frasco que sacó de un cajón, tenía dos dedos dentro de mi metiendolos y sacándolos con mucha fuerza, lo que causaba que arquiara mi espalda y soltara un par de gemidos.

Cuando me penetro sentía que algo se rompía dentro de mi, daba estocadas muy fuertes haciendo chocar nuestros muslos, espasmos por todo mi cuerpo sentía, el sudor bajaba por toda mi espalda y pecho.

Fue en cuestión de segundos, o tal vez minutos pero el dolor se fue convirtiendo en placer.

El dolor paso y el placer fue Infinito, mis nervios fueron pasión, algo tan real, que poco a poco me permitió agarrar su ritmo y logramos ir al unisono.

Sentí algo caliente llenar mi interior, supe que el ya había llegado al orgasmo, mi espalda se levantó de la cama como si todo hubiese pasado por arte de magia.

- A-hhh! - solté un gemido al igual que el, solo que el mío fue más agudo.

Caí sobre la cama, y el encima mio, nuestras respiraciones estaban muy agitadas. Yo aún seguía perdido en aquellas cuatro paredes.

Pasaron algunos minutos hasta que yo hice un movimiento, me asusté cuando mire a la ventana, todo ya estaba oscuro.

- ¿Qué hora es?. - pregunté viendo el techo.

- Pasan de las ocho.- me contesto con una voz ronca.

Me vestí muy rápido, le di un beso en la boca de despedida y sali corriendo para mí casa.

.

Por primera vez entendí lo que mis amigas decían varias veces,
"Malditos hombres solo quieren sexo".

Min Yoongi nunca me volvió hablar, enfrente de todo el mundo dijo que ya no necesitaba un secretario, llore en mi cuarto por más una semana. En ese momento me sentí usado.