Palacio de Minería, México DF
15 de Septiembre, 2016
10:45 pm
Ocho horas y 15 minutos para el final de la Noche de la Expiación
Xiadani suelta un grito agudo y se arrodilla junto al cuerpo inerte de Giovanni. La mirada de él está apagada y tiene los labios ligeramente separados.
— ¡Giovanni! —exclama Xiadani aterrada, lo sacude con fuerza y no deja de llorar—. ¡Despierta, por favor!
Pero Giovanni ya jamás despertará.
Todos nos sumimos en un sepulcral silencio, tan sólo interrumpido por los sollozos de Xiadani que llora desconsolada sobre el ensangrentado pecho de su novio. Quiero sentirme mal por ella, quiero sentirme mal por él. Después de todo, era mi mejor amigo. Pero no puedo, sólo siento el impulso de tomar esa moto sierra y usarla en contra de Xiadani.
Hay que movernos antes de que seamos la carnada de los enmascarados.
—Este es el plan —digo y pongo una mano sobre la espalda de Alex para intentar tranquilizar sus impulsos homicidas—. Vamos a subir al auto y conduciremos hasta el amanecer, ¿bien?
—Yo no… Yo no iré a ningún lado con ustedes…
Y tras pronunciar esas palabras, Xiadani me mira con sus ojos cafés cubiertos por una capa de lágrimas. Con el corazón destrozado, se va corriendo a toda velocidad para alejarse de nosotros. Brando la persigue llamándola por su nombre y nosotros cuatro intercambiamos miradas.
¿Para esto hemos venido?
¿Para asesinar a alguien y luego ganarnos el desprecio de una de nuestras amigas?
—Bueno, vámonos ya —dice Yolanda—. A no ser que quieran esperar a que el puto intento de Leatherface se levante y busque venganza —se burla y sube al auto.
Pero Alex y yo no podemos seguir avanzando pues ambos vemos por el rabillo de nuestros ojos que se acerca a nosotros un pequeño grupo de enmascarados, liderados por una mujer morena y esbelta que va enfundada en un vestido blanco y lleva el rostro cubierto con una máscara de color blanco.
— ¿Qué mierda…? —dice Joaquín un tanto alterado.
Son siete enmascarados en total, ninguno nos está saludando como lo que encontramos antes.
Vienen a matarnos.
— ¡Hola! —saluda la líder.
Y al escuchar su voz, volteo velozmente para comunicarme con Yolanda.
Esa voz la conocemos a la perfección.
— ¿Grecia? —musita ella confundida, con las pupilas contraídas y las manos temblorosas.
Su némesis.
—Hola, queridos —dice ella y se saca la máscara lentamente—. No esperaba verlos aquí esta noche.
Nos mantenemos en silencio y ella sigue hablando.
—Creo que por esas armas que cargan, deben estar de acuerdo con la Noche de la Expiación. No les quitaremos mucho tiempo, así que permítanme presentarnos. — ¿Presentarse? Pero si ya nos conocemos, ¿qué pasa con las personas esta noche? ¿Se trata de volverse teatrales? —. Nosotros somos sanos, jóvenes, y muy educados chicos, y chicas que quieren disfrutar la primera noche de libertad para limpiar nuestras almas. Estamos buscándola a ella —dice, señalando a Yolanda con un dedo—. Y sabemos que no permitirán que venga con nosotros por buenas formas, y que posiblemente quieran pelear y matarnos antes de que nosotros podamos hacer nuestro trabajo. La queremos sólo a ella. Viva. Así que este es el plan: ustedes tienen un auto, tienen armas, tienen cosas que nos podrían servir pero no nos importan una mierda. Si no nos entregan a esa perra, liberaremos a la bestia en ella… Y en ustedes. Podemos hacer lo que queramos hoy, y lo haremos. De eso se trata esta noche. No nos obliguen a lastimarlos, no queremos matarlos a ustedes… Por favor, dejen que nos liberemos del odio que sentimos.
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La Noche de la Expiación
Mystery / ThrillerLa delincuencia en México ha desaparecido, las cárceles están vacías, el desempleo está al 1%... Y eso se debe a que una noche al año todos los crímenes, incluído el asesinato, son legales. Durante La Noche de la Expiación, ¿confiarías en tus amigos...