Descubrimiento y Misiones.

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El lugar era muy humedo, musgo por cada roca en la cueva. Los ronquidos eran cada vez mas audibles y claros, esto era algo que asustaba ligeramente al Uchiha, pues si bien el podía defenderse, dudaba mucho poder hacer de algo que emitía semejantes ronquidos.

Tras caminar unos cuantos minutos, el Uchiha llegó al final del túnel que le permitió una vista hacia un gran boquete, pero no había nada que no fuera oscuridad a la vista.

"Te siento..."

La voz retumbó en las catacumbas y un escalofrío corrió por la espina dorsal del peliazabache.

"Soy capaz oir y oler mocoso..."

"¡RAYOS!" Las rocas bajo Sanada se rompieron y el Uchiha cayó en picada hacia el vacío en nada más que oscuridad.

....

"Muy bien chico, ya estas aquí" dijo Aaron sacando con una larga cueva a Hizei del agujero.

"¡Si, pero Sanada aún esta allá señor!" Exclamó el niño con miedo visible en los ojos y Aaron abrió los ojos al escuchar al pequeño.

"No puede ser... pequeño tonto, no sabe con lo que esta tratando" pensó el Guardián con seriedad antes de entrar por el tunel, siguió los rastros del Uchiha, pero llegó a nada más que un derrumbe "¡Sanada me escuchas!"

Silencio.

No hubo respuesta por parte del Uchiha y ahora si Aaron estaba preocupado "Un poder Ilimitado y sin fin que no puede ser destruido, la única manera para defenderse de lo invencible es con un candado, o en este caso un Sello Aaron. Si alguien alguna vez entra en ese lugar.... no habrá salida"

"Demonios Sanada... espero que Ashina-sama pueda hacer algo" dijo para si mismo el enmascarado Guardián antes de desaparecer en un Shunshin.

....

"¡AAAAAAAHAHAAAHAAAAAA!" Gritaba Sanadad en pánico mientras caía, no tenía ningún tipo de ayuda en su porta kunai para cosas así. sorprendentemente cayó en algo blando y rebotó para luego caer dando vueltas por el rocoso suelo.

"D-demonios" se quejó el peliazabache sobando su cabeza del duro golpe contra el suelo.

"Mocoso... ¿acaso sabes a quien has despertado?" Habló una voz increiblemente oscura y gruñona, esta hizo que Sanada salte muy exaltado, el Uchiha del miedo comenzó a dar saltos hacia atrás hasta chocar contra una pared.

La distancia le dio una vista totalmente aterradora, ¡frente al peliazabache habían dos ojos rojos rasgados del porte de su maldito brazo!.

Sanada sacó un Kunai y lo puso frente a el de forma defensiva, pero sus manos tiritaban y sus rodillas estaban mal fleccionadas debido al miedo

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Sanada sacó un Kunai y lo puso frente a el de forma defensiva, pero sus manos tiritaban y sus rodillas estaban mal fleccionadas debido al miedo.

"¡Atrás!" Exclamó recuperando algo de vigor y posicionandose firmemente "¡Seas quien seas, no moriré aquí!¡¿Oiste?!"

Sanada Uchiha- Liberación del Odio. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora