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- Y me hago encima guapo? -Erick se ruborizó sin querer discutir más, se metió de nuevo tapándose con la cortina. Joel se dispuso a salir pero vio que la cortina de la ducha no cubría del todo, había un sitio que no tapaba se apoyó en la puerta y observó a Erick enjabonarse.
El ojiverde estaba agachado con todo su hermoso culo a la vista, Joel no apartó la vista de el. Prosiguió con la mirada, por su estrecha espalda, observando detalladamente su cuerpo todo brillante por el agua jodidamente excitante. Erick se incorpora de nuevo frotando shampoo en sus manos y empezó a frotarse el pelo cerrando los ojos para que no le entrara aquel líquido, se puso de perfil debajo de aquella lluvia artificial.

Mierda dijo Joel observando todo el perfil de el ojiverde.

Manteniendo su vista por su miembro subiéndola por sus pezones y en su hermoso y delicado rostro.

Joel sintió algo que nunca había sentido.

Nunca lo ha Ia puesto tan duro, ni gustado tanto ver a un hombre desnudo, y más, sin hacer ni siquiera nada.

Su pene empezó a latir con brutalidad, se empezó a endurecer contra sus pantalones. Quería liberarlo, quería sacarse la ropa meterse en su bañera con ese muñeco y follarlo sin compasión.
Antes de hacer una locura semejante Joel se retiró cerrando la puerta despacio dejando que Erick se duchara tranquilo.Ahora el problema era cómo iba a bajar aquella enorme erección, si lo que más le confortará era que Erick abriera las piernas para él, sólo para él, y dejará que se desahogará en sus entrañas mientras él gritaba su nombre una y otra vez, mientras él se hundía completamente es en su hermoso cuerpo.

- ¿Que te pasa? -dijo su compañero, Zabdiel, al verlo tan agitado.

Joel bufo. Siempre le contaba todo. Hasta las aventuras que tubo.

- Hace mucho, mucho, tiempo que no te veo ruborizado amigo -retomo Zabdiel.

- Lo se, hasta yo me sorprendo a mi mismo -dijo Joel para que se le fuera esa imagen que vio hace unos momentos.

- ¿Entonces? ¿Has visto a alguien desnudo o algo así?

- Creo que eres un adivino.

- ¿Qué dices?

-Asomate por la puerta y lo compruebas tu mismo -sugirio Joel.

- Oh dios ¿Espiando a tu cliente?

- No es mi cliente, es un caso.

- Da igual, ¿te pone eh? No está mal.

- ¿Que no está mal? -espero Joel- Bueno dejemos el tema.

Protegeme  ||Joerick|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora