shades of blue.

segundo: confabulación

Nos acercamos a las chicas. Conozco a la morena de ojos bonitos. Se llama Piper, y sé que a Jason le gusta desde el año pasado. Alguna vez hemos hablado, es encantadora.

A la otra la conozco solo de cara. Nos hemos visto en el pasillo, pero de ella no sé nada más. Es raro pensar en ellas dos como amigas, pero siempre las veo juntas. No es como Jason y yo; no es tan díficil pensar que él y yo somos del mismo grupo.

La chica tiene rasgos bonitos, sin embargo la forma en que los emplea la hacen parecer muy fría. Da un poco de miedo, pero tiene actitud y eso llama la atención

"¿Y ustedes qué hicieron en vacaciones?" dice Jason, evitando mirar a Piper para no sonrojarse.

"Justo de eso estábamos hablando. Estuve trabajando casi sin parar." Piper es modelo. Ser una chica en Nueva York y destacar dice mucho de ti. Aquí todos son un poco especiales, la gente tiene algo que la hace genial por el simple hecho de vivir aquí. Que la hayan descubierto en aquel casting para un comercial de insecticidas fue el giro de su vida. Diría que es una chica afortunada, pero en realidad su agencia es la afortunada de haberla encontrado, han hecho millones desde que firmó el contrato.

La chica rubia comienza a hablar.

"Mi mamá de último momento decidió que iríamos a la casa de campo familiar, en Long Island. Estuvimos ahí los tres meses. Llegamos hace una semana de vuelta."

No parecía muy descansada que digamos. O quizá siempre tenía esa expresión como de alerta.

"Escuchen, estaba pensando... quizá deberíamos juntarnos los cuatro y hacer algo. ¿Les parece?" Lo que probablemente quiso decir Jason es "quiero ver a Piper más seguido pero me aterra la idea de estar a solas así que les pido a ustedes que se nos unan para que no crea que es una cita, aunque eventualmente quiero que así sea."

En mi interior estaba rezando porque alguien se negara y dijera que no podía, o algo así, pero Piper (confabulándose telepáticamente con Jason) en seguida asintió.

"¡Buena idea! Pero no puede ser en mi casa, mi papá estará fuera por un tiempo, y no puedo llevar a nadie."

"No te preocupes, mientras no les importe que mis hermanos estén ahí, puede ser en mi casa." Habló su amiga para salvar el momento; aunque dudo que ella no estuviera percibiendo lo mismo que yo.

Justo en ese momento, entra el profesor, y vuelvo a mi puesto original. Jason hace lo mismo, pero con una sonrisa en el rostro. "El amor", pienso, y hago una mueca para mí mismo de guácala.

Cuando la clase comienza, entro en trance, y no logro enfocarme hasta que tocan el timbre para el receso.

Salgo al pasillo un poco apurado y casi choco de frente con alguien. Me alejo un poco para desaturdirme y veo que es Frank, a quien conocí el año pasado en rugby. Es un gran jugador.

"Percy, tienes que ayudarme." Se ve agitado y nervioso. "Hay una chica nueva en noveno, y no sé qué hacer."

"Deben haber varias chicas nuevas en noveno grado, las admisiones este año estuvieron a tope."

"No. Me refiero a que hay una chica nueva en noveno que me atrae."

Atraer. Difícil sensación. ¿Qué es la atracción, de todos modos? ¿Te gusta pero no te termina de convencer? O al contrario, ¿jamás aceptaría tener algo contigo porque está muy fuera de tu alcance? ¿O es solo que te hace sentir algo diferente a amistad? No lo sé y supongo que jamás lo sabré. Es demasiado complejo ponerse a pensar en ello, no me imagino como debe ser realmente sentirlo.

"¿Y cómo te puedo ayudar yo con eso?" Lanzo una sonrisa picarona.

"Tú eres guapo, le gustas a las chicas en general. Tienes que saber de estas cosas." ¿Les gusto a las chicas? ¿Qué chicas? Que yo recuerde, Jason ha sido el centro de atención durante toda la secundaria.

Tomándolo de ambos hombros, digo "Frank, cálmate. Eso, respira profundo, alinea los chacras." Cuando ya se ha enfocado, retomo la idea. "De esto no tengo idea. Es Jason el rompecorazones, no yo. Pero si quieres desahogarte conmigo, aquí estoy."

"Supongo que eso podría funcionar. A ver, cómo empiezo." Frunce el ceño, mientras se da toquecitos nerviosos en el labio con el dedo índice. "Me la encontré en el salón seis, debía entregarle unos documentos a Partsch, y ella estaba sentada en una esquina, haciendo dibujitos en su mano. Tiene unos ojos destellantes, es adorable."

Justo en ese instante, veo a una chica frente al salón del que acababa de salir, afro y de ojos color miel, junto a Piper. Creo haberla visto hoy en la mañana, media confundida pero relajada. El tipo de persona que complementaría a Frank.

"No quiero que enloquezcas, pero, ¿no es esa de ahí?" Digo moviendo la cabeza en su dirección. Frank instantáneamente se altera.

"Es ella. Es ella. Es ella. Es ella. Haz como que no te das cuenta. Es ella. ¿Qué hago?" Me da náuseas su reacción, así que lo empujo para que vaya a hablarle. No logro comprender el hype por los sentimientos. ¿qué tienen de buenos? ¿Por qué está tan de moda entre adolescentes? Son un mal innecesario.

"Espero que jamás me pase."

Yo vuelvo a mis cosas, y voy al casillero a dejar mis libros y cambiarlos por los de inglés.

El resto del día transcurre normal. Suena la última campana, salgo de la escuela y camino tranquilamente hacia mi casa.

Aunque mi mamá no lo diga, sé que le gustaría que me esforzara más con las clases, y por eso hago el intento, pero no da buenos resultados. Al llegar a secundaria, tuve que dejar de cambiarme de escuelas: tenía que encontrar estabilidad en alguna parte, al menos socialmente, para adaptarme y sobrevivir al ambiente escolar, que para alguien con mis dificultades no es nada de fácil.

Ya había avanzado varias cuadras cuando a mi espalda escucho que gritan mi nombre. Volteo a ver: es Piper con su amiga. Se acercan hacía mí.

Habla la amiga. "Percy, hola. ¿Puedes venir a mi casa?" Con el tono en el que dice las cosas, no logro descifrar el nivel de urgencia del asunto. "Solo si tienes tiempo, no es una obligación, es solo que hay algo que Piper te quiere decir." Ante la idea, me da un poco de nervios, pero no veo por qué no.

Casi nunca voy a casa de gente, solo para las fiestas. Y en este caso, no conozco nada de bien a la anfitriona, pero ya que Piper estará ahí, no me hace sentir tan fuera de lugar.

"Umm" me rasco la cabeza, pensándolo un poco, hasta que accedo. "Ok. Pero tengo que avisarle a mi mamá. Dame un segundo."

"No hay problema."