CAPÍTULO 2

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CAPÍTULO 2

SIMPLE Y LLENAMENTE PERFECTA

APPLE WHITE ABRIÓ AUN MAS LAS CORTINAS DE seda rosa para que pasara la mayor cantidad de melosa luz del sol.

-¡Ah, un día perfecto para viajar! – dijo.

Su dormitorio estaba abarrotado de sirvientes con uniformes blancos a juego, enanitos haciendo recados y amigables criaturas del bosque.

Un petirrojo planeaba frente a Apple con una zapatilla roja en el pico. Ladeo la cabeza, como si le estuvieran haciendo una pregunta.

-Sí, mete esas en la maleta – dijo Apple –. De hecho, mejor metemos todos mis zapatos, ¿Qué les parece?

Las ardillas que correteaban por el suelo chillaron al unísono y empezaron a transportar zapatos del armario y a depositarlos en un baúl abierto como si estuvieran almacenando frutos secos para el invierno.

-Los azules no – le dijo Apple a un azulejo que hurgaba en el cajón de los calcetines -.mejor los blancos, por favor

En el espejófono de Apple empezó a sonar la melodía de ¿Sabes que eres encantadora?, del grupo One Reflection, para anunciar que acababa de recibir un mensaje de texto. Era Briar Beauty. Apple se puso a escribir con una mano mientras peinaba sus rizos dorados con la otra. Aunque su pelo nunca parecía necesitar un buen cepillado, era extremadamente cuidadosa en aspectos de belleza.

BRIAR: Apple! Cuándo llgas a Ever After High?

APPLE: Mi padre stá preparando el Carruaje Hibrido. Debería star allá n unas horas.

BRIAR: Hadalucinante! Stoy planeando 1 fiesta d Vuelta al Cuento. Va a ser genial!

APPLE: Cuenta cnmigo! Luego t veo!

-¡Dormilón! ¡Energético! Llamó Apple a sus enanitos lacayos -. Los cuatro primeros baúles están listos. ¿Serían tan amables de bajarlos? Tú también, Pucheros. No saques el labio tontín.

-No me llamo Pucheros – dijo Frank, haciendo pucheros.

-¡Cuidado con ese lado, Sensible! – dijo Apple alegremente

-Yo me llamo Phil – gruñó Sensible.

Apple rio.

-Ay, tontines.

Les dio una palmada en la cabeza y no pudieron evitar sonreír.  ¿Quién era capaz de reprimir una sonrisa al mirar a Apple White?

El sonido de las risas entraba flotando por su ventana. Apple salió al balcón y las risas se intensificaron. En el patio de abajo se habían reunido cienos de hombres, mujeres y niños del pueblo, y muchos llevaban camisas en las que leía << <3 APPLE>>.

-Mis queridos súbditos, son simple y llanamente perfectos – gritó por la ventana, lanzando caramelos y monedas a la multitud. Tenía una cestita con caramelos y monedas siempre preparada en el balcón para recibir a sus admiradores en el momento más inesperado.

-¡Tú sí que eres perfecta! – gritó alguien, y los vítores se reanudaron.

Ella se llevó la mano al corazón. El mundo entero era tan maravillosamente espléndido que sentía que podía explotar de felicidad.

Por encima de Apple sobrevolaban unos cuantos pajaritos que llevaban un largo lazo rosa en el pico. A lo largo del lazo de seda había un mensaje bordado: << ¡Te queremos, Apple! ¡Acepta tu destino!>>.

Destino. Estaba a punto de empezar el Año del Destino, el primer paso en su viaje para alcanzar su propio Final Feliz. Apple estaba ansiosa.

Apple corrió al patio, donde sus padres la esperaban, como un retrato del rey y la reina ideales. La espesa cabellera negra de su madre se rizaba bajo la corona dorada. Su piel era tan blanca como la nieve y sus labios tan rojos como la sangre. Era tan hermosa ahora como cuando el espejo mágico la había nombrado la Más Hermosa de Todas.

El padre de Apple estaba junto a su esposa, con una mano apoyada en la empuñadura de su espada, siempre dispuesto para la batalla… aunque, en realidad, nunca había librado ninguna. Había conseguido la fama al enamorarse de una jovencita comatosa encerrada en un ataúd de cristal. Pero se veía tan espléndido con la espada…

-Ese año va a ser de gran importancia en tu vida – dijo su madre mientras a ayudaba a subirse al Carruaje Hibrido. Tenía la voz aguda y un tono chillona, como si durante el tiempo que había pasado en el bosque las rodillas le hubieran robado el tono -. Estoy uy orgullosa de ti. Sé que te prepararás para ser la Blancanieves perfecta.

Las criadas, los sirvientes, los guardias y los enanitos que ocupaban el enorme Carruaje Hibrido asintieron. Apple se sonrojó. Debían haberse dado cuenta de lo mucho que estaba aplicando con sus clases, lo duro que había estudiado para la clase de Dirección de Reinos, todo el tiempo que había dedicado a prepararse para ser reina…

-Mira sus ojos, su piel – susurró una de las criadas.

-No creo que sea posible – le devolvió el susurro uno de los mayordomos – pero se está volviendo aún más hermosa que su madre.

-Tan hermosa… - dijo un sirviente -. La Blancanieves perfecta.

-Bueno, salvo por el cabello. Es una pena que naciera rubia.

Apple hizo una mueca.

-Pues yo creo que su cabello rubio es aún más hermoso que la melena negra de su madre.

-Pero cómo te atreves… El cuento específica <<pelo negro como el ébano…>>.

-Mira, el pelo no importa. Sus ojos, su nariz, estos labios, ese perfil. Es la viva definición de la belleza.

Apple volvió la cara hacia la ventanilla cuando el Carruaje Hibrido se puso en marcha. ¿Eso era lo único que veían en ella? ¿Un perfil perfecto? ¿Una belleza comparable a la de su madre? Ser Blancanieves era algo más que ser hermosa y tener el cabello negro.

El Año del Destino sería su año. El comienzo de su cuento. Pero su objetivo no era demostrar que era lo suficientemente hermosa para ser reina, tuviera el pelo rubio o negro.

Quería demostrar que podía gobernar como una verdadera reina.

Ever After High  El Libro del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora