La manada Luna Azul, es muy especial... donde todo lo que se espera no siempre es lo que parece. Acá no encontrarás a ningún hombre que sea Alfa, sino que las mandan aca son las mujeres, donde los hombres omegas son esclavos de todos los deseos sus...
Habían pasado horas desde que la traje a la casa de mi tía. Con un pequeño botiquín que teníamos en el baño alcance a limpiar todas las heridas que tenía.Me contuve de mirar más halla de cualquier herida que tenia. No quería que luego se sintiera mas incomoda conmigo o me odiara. Se que no me conocía, pero pronto despertaría y lo haría.
Solo quería ayudarla, y conocerla ya que tenia mucha curiosidad por ella. De encontraba descansando sobre el sofa verde del living, no me arriesgue a llevarla a alguna habitación porque al despertar se asustaría mas de lo que seguro ya esta.
Se que cualquiera diría que era un acosador, pero me encontraba sentado en otro sofa individual viendo como su ceño se habia fruncido ligeramente, mientras su pecho seguía subiendo y bajando lentamente. Sin hacer mucho esfuerzo podía escuchar el ritmo lento de su corazón y su olor había cambiado. Hoy temprano era uno muy suave y ahora era tan fuerte el olor a omega que mi boca se hacía agua, aprete mis manos fuerte en el apoya brazos del sillón que incluso lo oi crujir bajo mis manos. Su olor causó una potente erección en mis pantalones.
No entendía el cambio tan brusco de su olor o el porque ella lo ocultaba. En mi manada las omegas eran veneradas y solo las que estaban en peligro ocultaban su olor. Sabia de omegas que se había ido de sus manadas por diversos motivos y tomaban supresores para ocultarse. También había oído que los supresores ayudaban a combatir el calor del celo, pero no sabia cuan cierto era eso. Realmente la opción de ella es que este en peligro... ¿pero de que? Tuve que salir de la habitación por su fuerte olor, salí de la casa un poco mareado.
《Será mejor que te controles Ben》me dije mentalmente suspirando, y respirando al fin aire limpio fuera de habitación. 《Ella es omega y tu eres un beta. Ella prefiere un alfa no un simple beta》me repetí mientras me alejaba de la habitación tenía que dejarla descansar, que su lobo la haga sanar... Aunque no estaba seguro, por las marcas que vi en su cuerpo no era la primera vez que habían abusado fisicamente de ella. Debería llamar al médico o alertar alfa, pero estaba seguro que este último seguramente no haría mucho. ¿Como sabia eso? Porque hace un tiempo llegue a esta manada y su lider no se presento ante mí en ningún momento, tranquilamente podría tratarse de que fuera un espía.
«Ella estará bien solo tengo que cuidarla.» me dije mientras me alejaba.
Me adentre en la cocina. Pronto llegaría mi tía y seguro me pediría explicaciones de la chica que estaba acostada en el sillon. Explicaciones que ni yo mismo podía repetírselas al viento, porque no las sabia.
Me puse a hacer el postre que tanto le gustaba a mi tía esperando que no se ponga como loca cuando la vea. Seguramente me repetiria que estaba mal y luego me diría que le hacia recordar mucho a mi padre. El era su hermano mayor, un Beta rastreador, falleció cuando tenia solo 5 años, según lo que oí el iba rastreando a una bruja que había robado algo importante de nuestro territorio. Muchos decían que era tan buen rastreador como mi padre, pero me negaba a creerlo y seguir sus pasos.
Pride
Desperté por una leve brisa que daba en mi rostro. Solté un gemido al abrirlos, todo en mí me dolía. Pero no me importo esta, no era mi casa. Mi corazón se acelero y un shock de adrenalina me agarró, me levante bastante rápido. Mi cabeza latía, pero debía salir de acá. Debía volver a casa y no causar más problemas, demasiados con los de Kendra y mañana tenía que ir al colegio a pesar de que era fin de semana debía ir. Era muy normal que los omegas vallan a clases los fines de semana a aprender más sobre si encuentran a su alfa y las alfas de que hacer si encuentran a su omega. Era más de lo que daban en la semana, pero no podía faltar.
Mordí mí labio para no soltar ningún jadeo de dolor de mis labios y me acerque con lentitud fui a la ventana. Mire por ella, estudiando mi salida ya que había varios arbustos pegada a ella y no quería hacer demasiado ruido delatando mi salida. Lo bueno era que no estaba muy lejos de casa, conocía la calle por la zona y estaba solo al doblar la esquina, unos metros más y mi casa.
Ben
Estaba preparando el postre cuando el sonido de un corazón acelerado capto mis oídos. Deje lo que estaba haciendo y me acerque con cautela hasta el living donde había dejado a la chica. Con miles de dudas en mi y seguro de que ella, pensaba que estaba en una casa donde no era lo que esperaba... porque mi tía no era un alfa como el resto, sino que era omega, como ella y lo cubría con un perfume de alfa que preparaba ella misma...
No toque la puerta sino que solo entre y la vi mirando por la ventana, sus piernas temblaban se notaba que hacía fuerza para estar de pie y su olor instantáneamente se había ido.
- Estas segura acá, no te haré daño - dije después de aclarar mi garganta y hablar con un tono suave para no asustarla. Pero creo que no lo había logrado, estabas demasiado quieta ahora y el color de tus manos que están a mi vista se pusieron más blancas aún, incluso puedo jurar que tu corazón se había detenido por un instante. - lo juro, no te lastimare, no soy como ellos - doy un paso lento en su dirección.
Noto como frunce su espalda y toda ella quiere hacerse pequeña e invisible.
- No te dejare ir hasta mañana - repetí la misma acción y di otro paso, no iba a decirle que la podía ayudar, y que hasta que esté bien no la iba a dejar, porque seguro huiría y no iba a mencionale que podía ayudarla a irte de esta manada sin estar seguro de que me oiría o incluso si me dejara ayudarla con los que la molestaban. Era probable que por su miedo, su reacción sería que no, y quería ganarme su confianza.
- no... no te a-cerques - logro oír su voz suave y temblorosa.
- Soy Ben, no te haré daño - dije y retrocedí mostrando mis manos, para sentarme en el sillón luego - solo quiero ayudarte, déjame hacerlo. - le suplique así como lo haría un niño con su padre cuando quería algo que era muy seguro que no tendría.
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