Estúpida sombra. (Reaper76)

Capítulo 6

Los días pasaron, Jack se contactaba con Sombra regularmente como se acordó. Lo tenía al tanto de los avances, pero hasta ahora nada fue importante.

Junto con los días, el cuartel se fue decorando. Brillos, luces, muérdagos, mucho color e incluso un pino verde.

La navidad era ésta noche y todos estaban ansiosos. Inclusive el comandante, debía admitir que le agradaban los regalos que recibía, más mayormente los que sus pequeños niños -así los llamaba cariñosamente- Tracer y Genji le preparaban.

Aún era de mañana y Jack tenía muchas cosas por hacer, que sea navidad no cambiaba el hecho de que Overwatch desaparezca de las misiones o de la tierra.

Ángela, como siempre, estaba en la enfermería investigando alguna que otra medicina. Y para sorpresa del rubio, fue llamado.

–¿Sí, Ángela?– Preguntó al abrir la puerta blanca y sutilmente se apoyó en el umbral.

–¡Comandante! Gracias por acercarse... Verá... Necesito un favor.– Ella se encontraba sentada frente a su escritorio y rápidamente al hablar tapó la mitad de su rostro con su mano, avergonzada con lo que suponía el rubio diría–. No pude hacer las compras navideñas éste año y con todas éstas nuevas misiones que pasaron...

Jack entendió lo que trataba de decir, y antes de que continuara la detuvo alzando su voz.

–Yo haré las compras por tí, de hecho... Yo tampoco las hice.– Rascó su nuca cabizbajo apenado también e incluyendo una risita–. No será molestia.

–¡Oh! Muchas gracias, se lo agradezco.– Se levantó de su asiento y fue corriendo al mayor para dejarle un beso en su mejilla.

–No es nada~. –Musitó con una sonrisa confiado y luego de despedirse salió de la enfermería, cerrando la puerta detrás de sí.

No culpaba a la doctora, últimamente no había tiempo para nada, ni él mismo pudo salir del cuartel.

Pronto tomaría su billetera y, vestido como un civil, salió de la propiedad para así dirigirse al centro de la ciudad y hacer las compras.

Iría caminando por las calles, de cualquier modo el centro no se encontraba tan lejos del cuartel. A unas calles cerca del interior su móvil sonó, atendió con el ceño fruncido. Se trataba de su socia.

–¿Sí? ¿Qué ocurre?– Frenó sus pies dejando de caminar y se acomodó contra un árbol de la calle.

–Soy yo, ¿Estás ocupado?

Jack pensó dudativo, no era una ocupación en sí...

–No tanto. ¿Por qué?

–Te espero ésta noche luego de Navidad en la caverna abandonada de la calle J. Ve solo, es algo que debo mostrarte.– Se le escuchó susurrar en el micrófono como si alguien estuviera cerca.

–De acuerdo.

Y sorpresivamente la morocha colgó. Morrison, todavía confundido y extrañado siguió su camino al centro. Pensando en lo que sea que vería ésta noche. Quizá era un avance de la investigación. Y justo en navidad.

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–¿Con quién hablabas?– Preguntó Reyes pasando por el pasillo del cuartel privado de Talon.

–Oh, con nadie importante... ¡Ah! Oye... ¿Tienes planes para ésta noche?– Dijo entusiasmada.

Reyes arqueó una ceja sintiéndose indignado por la pregunta.

–Es navidad, dime qué más podría hacer más que mirar pirotecnia desde el balcón.– Dijo como molesto por la pregunta.

–Cierto... En ese caso te necesito ésta noche.