Capítulo 4

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El extravagante hombre mitad sombra le dedicó una delicada sonrisa al rubio, el cual miraba atentamente su sonrisa con el ceño fruncido y una meta en su mente.

—¿No responderás acaso?— Gruñó en voz baja al notar que su acompañante negaba con la cabeza.

—Tendrás que recordarlo tú sólo.— Sonrió con malicia y un brillo especial en sus ojos tan negros como el fondo de un abismo.

—Mira— Jack se acercó unos pasos a cuyo hombre que le tenía tan intrigado— No soy uno de tus títeres que harán lo que les pides— Frunció el ceño con fuerza y empujó al castaño contra el muro de ladrillos más cercano de aquél callejón— Sí no me dices quién eres y de dónde me conoces te mataré.

El moreno, fingiendo sorpresa, levantó sus manos en un gesto de rendición y paz.

—Adelante, mátame.

El rubio relajó el ceño fruncido al oír esas palabras inesperadas de su parte. Soltó el cuerpo del mayor, liberándolo de tanta presión.

Dió unos pasos atrás y con un leve tic en su ceja izquierda le dedicó una última mirada a sus ojos, con un brillo de enojo especial, y se retiró del callejón apretando los puños con fuerza.

—Siempre igual...— Mencionó al notar al rubio alejarse y echó a reír débilmente mientras se acomodaba su ropa.

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—¡Comandante! ¿dónde estaba?

La doctora ni siquiera pudo disimular su preocupación por el mayor.

—Solo dí un paseo, nada importante. ¿Nos vamos?

Musitó cortante relajando la fuerza de sus puños.

—Claro, ya está todo listo para irnos.

Respondió Genji al notar que nadie más lo hacia ya que todos estaban pensando en otras cosas, de la batalla de ese día probablemente.

Jack solo asintió e indicó a su equipo con una señal de manos que avanzaran a la zona de encuentro donde vendría un helicóptero a buscarlos. Antes de irse dió una mirada hacia atrás con una pequeña esperanza, no sabia de qué ni por qué. Pero sentía una extraña necesidad. No le dió importancia como siempre y se giró para seguir a su equipo.

Luego de tan largo viaje, el equipo entró al cuartel más que felices, Tracer por ejemplo se lanzó al sofá apenas abrió la puerta.
Por otro lado, Jack tenía la mirada perdida, con vacío en sus ojos, algo no andaba bien y únicamente la doctora Ziegler podía notarlo con facilidad.

—Comandante... ¿se encuentra bien?— preguntó la rubia con preocupación mientras tomaba del brazo ajeno.

Jack apenas se percató de su compañía, la miró unos segundos con una expresión confundida y luego cambió a una totalmente diferente, relajada y cálida.

—Sí, estoy bien. Ve a descansar, no te preocupes por mí.— Sonrió ligeramente y dió unas palmadas en el hombro de la muchacha.

Asintió como respuesta y soltó al mayor para dirigirse a la enfermería.

Jack solo suspiró. Estaba confundido, desde que esa estúpida sombra apareció su vida dió un giro relevante. Todo gracias a ese misterioso y extraño sujeto, aquél con esa particularidad de poder desintegrarse como partículas y volver a unirse sin más. Era algo nuevo para él, nunca vió algo así, y si lo hubiera hecho lo recordaría. Pero... ¿por qué el moreno afirma que se conocen?

Negó con la cabeza rápidamente y masajeó su frente con su diestra.

Ésta persona le está volviendo loco. Pero no por interés, claro que no... No le importaba para nada esa estúpida sombra, solo que... Era curiosidad.

Estúpida sombra. (Reaper76)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora