— Sigue caminando Lekya
— ¿Vienen atrás de mí?
— Si, corre, corre Lekya no hables con nadie corre, ni con fantasmas entiendes
— Si — digo y salgo corriendo.
Corro por días y Delfina es la que me da comida para que no muera de hambre o de sed, llegó a más ciudades me escondo en el día y camino en las noches.
Vienen fantasmas a hablar conmigo, que los ayude a muchas cosas que no entiendo y sinceramente no me llama la atención y Gracias al cielo Delfina está conmigo cuidandome.
Mientras caminaba, observando cada una de las calles que la gente venía e iba sin parar <¿Donde estoy?> pienso asustada ya que Delfina lleva más de 2 días sin aparecer.
Es cuando alguien se dirige apresurado hacia mí
—¿Estas perdida?— preguntó amablemente
Me sobresalto su voz y temblando por escuchar de nuevo a un humano —Sí... No —digo nerviosa —Solo caminaba — dije al final
— Oye...estás bien—dijo mientras intentó acercarse un poco a mi
Retrocedí por instinto, ya que no sabía, si era mi imaginación o un fantasma — Sí gracias, ya me voy —digo dando media vuelta tratando de irme
— Oye, en serio, ¿Qué pasa? — tomo mi mano con la intención de detenerme
— Nada — suspiro — Solo que... no sé ¿Qué es verdad o mentira?
— ¿Eh?, ¿de qué hablas?— pregunto confundido
— Nada deja — contestó derrotada — Es que... no he hablado con una persona viva desde hace meses
—¿Viva?...
Pálida le respondí — Sí viva, ¿carne y hueso con corazón? — después recordé que no me presente — perdón mi falta de educación— me presento como me enseñaron, es decir como esclava — Hola soy Lekya ¿y tu eres?
Él la miró y dijo algo confundido — Mi nombre es Luckas, y no, nadie ha muerto aquí por ahora
— Oooooh Que bueno— dice aliviada— Creo que piensas que estoy loca, así que me voy
— No, no te preocupes— dijo mientras se rasco un poco la cabeza— Hay cosas que no entiendo, pero no me asustan
— Es que estoy medio perdida — dice viendo a todos lados — No sé, dónde estoy, cómo te digo he caminado por días
— ¿como se llama el lugar de donde vienes?—Pregunto tomando una postura serie frente a la situación
— VielenDank — dice temblando — Solo no quiero volver
— ¿Tienes donde pasar la noche?, ¿has comido?— siguió interrogando mientras sacando un celular para checar ciertas cosas.
— No, tengo donde dormir y no he comido — responde por miedo — pero no te preocupes, solo de paso voy
Luckas metió el celular en su bolsillo de nuevo y sacó unas llaves.
— Toma, tengo algo que hacer por ahora, son las llaves de mi departamento, sigue derecho hasta que veas un cartel con la calle "Ultima esperanza", ahí encontraras mi casa— dio instrucciones mientras señalo la dirección opuesta de donde vengo
Lekya lo miro confundida— ¿Cómo eres tan amable conmigo?
— no te preocupes, no hay nada bueno que robar ahí— dice sin darle mucha importancia y mirando su celular
— Está bien — dice Lekya confundía por su amabilidad
— Adiós...— dice distraído en mi celular y dando media vuelta
Lekya lo miró por última vez y fue a la dirección que le dio con miedo.
La ciudad parece muy tranquila, la dirección en la que va solo hay personas en sus asuntos, cuando Lekya llegó al apartamento; lo abrió y vio que era acogedor más que su antiguo hogar.
Es algo muy sencillo y pequeño, un par de sillones algo gastados; pero decentes, una televisión plana pequeña sobre un mueble con 3 cajones, una mesa de 4 sillas solo con 3 de sus lados como estas y el 4 pegado a la pared, un refrigerador algo pequeño; más al fondo se aprecia un pasillo que tiene lo básico de una cocina, lavaplatos, estufa eléctrica de 2 quemadores, con alacena arriba y abajo; es pequeño pero no falta nada.
Lekya miró todo y como siempre por miedo no toco nada, apenas abrió el refrigerador para comer un poco de frutas. Pasan las horas y por fin vuelve Luckas a casa cuando son alrededor de las 11 de la noche
Lekya se quedó dormida en el sillón ya que no quería ver más por miedo, él enciendo la luz.
— ¡Oye!— él habló algo fuerte, pero sin intentar ser agresivo a propósito
Lekya se asustó y brinco —Si, ya estoy despierta ¿que deseas?— dice en automático
Luckas suspiro un poco y dejó unas bolsas en el suelo.
—no tienes que asustarte tanto; siento decirte esto, pero apestas, deberías darte un baño e ir a dormir a la cama, no quiero que la sala huela a sudor — comentó dando una pequeña carcajada
Lekya se sonrojo y dice — Perdón no fue mi intención. Si con gusto me baño, ¿solo dime donde esta ? - preguntó Lekya contestó como si fuera orden
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¿Qué decides?
Roman pour AdolescentsEn un mundo donde estas sola ya que tus padres te abandonaron en un hogar dónde solo te enseñan nada más que obedecer ordenes, que no eres nada y que si te tocan es tu obligación dejarte. Lekya esta desesperada por esa situación y solo eso no le pa...