La carrera de tu vida

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¿Alguna vez haz sentido que corres?

Que corres como huyendo de algo o queriendo alcanzar algo que parece estar cada vez mas lejos. 

Bueno. Ahora mismo estoy corriendo. Corro por miedo, por ansiedad, buscando que por lo menos una persona me vea y pegunte si necesito ayuda, un escondite, una guia, un mapa... Un puto mapa... 

¿Te imaginas? Que todo el rato sepas a dónde ir, dónde está la equis, cuál es el camino más corto, o el más seguro. La vida no perderia la emocion con un mapa, de hecho, ¿no seria mas interesante estar todos los dias de tu vida planeando cómo llegar a tu destino? En esos momentos en los que ahora probablemente no tienes nada por hacer, con un mapa de tu vida probablemente no perderias ni un segundo descansando, porque quieres continuar el viaje, porque sabes a donde tienes que ir y a donde vas a llegar.

Eso sí, si tuvieramos un mapa, ¿podriamos elegir las rutas y los destinos? O, ¿estarian en rojo marcados los caminos a recorrer?

En fin, no existe tal mapa. Asi que solo queda correr. Correr a traves de un mundo en donde reina la incertidumbre, donde no sabes si habra un mañana, donde no sabes cuando termina tu viaje, tu carrera; donde te vas a sentir cansado y agobiado pero vas a seguir porque sabes lo que quieres o porque simplemente quieres saber qué hay mas alla... 

Vas a correr, vamos a correr todos, porque el que se queda atras, queda olvidado, y en un mundo tan mierda como el nuestro muy pocos miran atras e intentan ayudar, pero del otro lado esta el orgullo de la persona, que cada vez es más y más grande. 

Asi como ayudas, dejate ayudar.¿Nunca jugaste a las carreras de pies atados? en las que dos personas coordinan para llegar a la meta, es decir, muchas veces uno no puede solo. Y la meta... nadie conoce su meta, sólo se la imagina, pero existe, sí que existe.

Vas a correr, vas a saltar barrancos, a caminar en cuerdas flojas, vas a correr aunque duela al respirar, y vas a descansar... Es bueno descansar, pensar, ordenar ideas... Pero nunca dejes de correr.

Porque no siempre llega primero el que corre más rapido, sino el que no para de correr.


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