Prólogo

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Yo todavía recuerdo...el olor a la sala de hospital.

Aún persiste en mis papilas gustativas la sal de mis lágrimas, y en mis ojos aquella caligrafía perfecta que relataba un deseo.

Pero, los llantos de la habitación eran tales que se volvió una escena sin sonido. Ensordecedor.

Lo único que se destacaba entre todo eso...era el devastador sonido del electrocardiógrafo anunciando que un corazón dejó de latir.

-Tsk. -Me puse en cuclillas al lado de la tumba-. No debiste hacer llorar a todos de esa manera, Yotsuba.

Dejé unas pequeñas flores de trébol color blancas en un florero, mientras que prendía un incienso.

-Misaki, ¿Crees que nos separaremos algún día?

- ¿Eh? ¡Imposible! Estaremos juntos para siempre, Yotsuba.

...Los recuerdos felices a veces son los más crueles.

-Guh.... -Lágrimas.

-Entonces...estoy feliz. No quiero alejarme de ti.

-Hehe, ¡Es una promesa! Juntos por siempre.

- ¡Sí!

-A-ah...Yotsuba idiota...n-no cumpliste tu promesa... -Toqué la tumba mientras intentaba secar mis lágrimas.

Mientras estaba perdida en mis pensamientos, el sol bajó muy rápido, y la puesta de sol estaba decorando mi agridulce escena.

-...Ya debería irme. -Me levanté lentamente, mientras continuaba mirando el descanso de mi amigo-. ...Cuídate, Yotsuba.

Así, di media vuelta, y salí.

¿Cuántos años van que visito este lugar el segundo día de todos los meses? Quizá...unos 16. Sí que ha pasado un tiempo eh...

-Ah...tengo que comprar alimento para Miu. -Al entrar al auto, recordé que mi gata se quedó sin comida-. Mmm...tampoco tengo mucho para comer...debería ir a la tienda de conveniencia.

La ciudad de Niiza en la Prefectura de Saitama es un lugar tranquilo. Aquí no se tiene muchos problemas, y en general todo es apacible.

Ya que se acerca la primavera, los días duran más, y anochece tarde. Me pregunto si debería comprarle atún a esa sofisticada compañera de habitación que tengo.

De camino a casa, paré en la tienda de conveniencia, para comprar algunas cosas.

"Mmm...fideos sabor camarón...una lata de atún, algunas golosinas y dos botellas de agua...que suerte que aún tengo algo de mi paga."

Al llegar a la caja de pago, una jovencita me saludó.

- ¡Ah! Harada-sensei. -Una suave voz llamó mi atención desde el otro lado del mostrador.

- ¿Hum? Ah, eres Yamada-chan. -Acomodé mis lentes-. Hace tiempo que no te veía.

-Sí, hehe. ¿Cómo se encuentra? ¿Mi hermanito le da problemas? -Sonreía mientras cobraba mis productos.

-No te preocupes, Yamada-kun es un buen chico. Quizá no siempre lleva la tarea hecha, pero al menos presta atención en clase. -Ésta jovencita es la hermana mayor de uno de mis alumnos...que conozco desde hace 3 años.

- ¡Lo lamento mucho! Me aseguraré que la complete este año. -Estaba afligida.

"Este año...si, ciertamente en unos días comenzará un nuevo año escolar."

YotsubaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora