Corazón Fugitivo (Omegaverse)

Cap 7 - Paciencia.

Narra Joel:

No quería verlo no, no quiero, era lo único que decía mi mente, ¿por que me lo oculto tanto años? No caía en su declaración o mejor dicho confesión de que yo le gustase, no creía nada y menos que este en una cama con dos agujas conectadas a mis venas, ¿qué mierda debo hacer? Pregunté haciendo que mi lobo interior me diese una respuesta demasiada obvia "escapa como siempre lo haces", era imposible.

Dejé de pensar tanto , volviendo a la realidad, ví como la puta puerta se abría era Luis, mi cuerpo tembló, mi corazón se agitaba, - NO QUI -E RO, ve - rte - tenía miedo de lo que me podría llegar hacer, no me gustaba la idea de andar con alfas, ¡NO QUIERO SER MARCADO! - Me quieras ver o no, eres mi omega y tengo que cuidarte - ¿que se creía? - eres un imbécil, no soy tu omega - murmure por lo bajo, le provoque una gran sonrisa, de pronto se subió arriba mía, sus piernas rodeaban mi cintura - ¿¡que haces!? - joder, que incómodo es esto, - quiero que veas, lo que soy capaz de hacerte - mordió mi oreja, mi cuerpo se estremeció.

- ¡Alejate! - le grité moviendo mis mano llenas de pinchos para empujarlo, no logré quitarlo de arriba por que este agarró mi brazo - ten cuidado ¡bruto! te lastimarás con las agujas - me dijo, su rostro se dirigió a mi cuello, me besaba y los chupones no tardaban en mostrarse, - pará - decía casi gimiendo, - yo se que te gusta - susurro, su aliento estampando mi piel hacía que me vuelva más sumiso de lo común - me gustas cuando eres rudo y más me gustas cuando te entregas poco a poco - acto seguido, bajó a mis pezones, ¡mi mejor amigo de infancia no me cojera! - ¡Ya basta! - me quejaba, este me hizo caso y se bajo de mí, - que difícil eres - molesto se puso al lado mío, - la doctora me dijo que no te alimentas bien - ¿se cree mi padre ahora? - la doctora no sabe ni mierdas - aclaré, este me regaño por lo grosero, hipócrita casi me viola.

De pronto la puerta se abrió dejando ver el líder de la manada - ¿te encuentras bien muchacho? - se acercó y se puso al lado de Luis  - si su hijo no me molesta, estaré bien - dije con una sonrisa sarcástica - de verdad Luis, elegiste bien - dijo a carcajadas - no tengo mal gustos - respondió Luis continuando el vacilón de la conversación.

Pero, dejando de lado eso el señor me miró y  se dió cuenta de los chupones que tenía en el cuello y en la clavícula - ¿lo marcaste? - se atrevió a decir - estaba a punto - respondió el infeliz.

- cierren su boca por favor - ordené, los dos obedecieron, al menos eso creí hasta que el viejo habló nuevamente  - creo que este sí te hará dormir en el sofá - su tono burlón era irritante, mis manos se cerraron convirtiéndose en puños esa acción hizo que mi "amigo" reaccionará - bueno, dejémoslo que descanse - acto seguido se levantaron y se perdieron.

Narra Luis:

- Papá joder.. te pasaste - no aguantaba reirme después de todo, me encantaba verlo tan frustrado, agradezco que tengo paciencia si no, ya sería mío - ya lo sé, solo quería ver a mi yerno - contestó todo triunfante - te funcionó - dije abriendo el paso para que se fuera a su "trono".

Entrando a casa.

- ¡¡¡Luis!!! - escuché el gritó de mi esposa (Joel), me adentró donde estaba él - ¿que pasa? - estaba realmente perdido, me hacía perder - ¿Me traes comida? - hizo la cara de perrito - joder, con esa cara me dan ganas de darte y no comida - admití, noté su leve sonrojo.

- ya prepararé algo - avisé para irme todo un champions, llegue a la cocina saqué verduras y le prepare pasta una buena comida para que engorde - aquí tienes - dije poniendo la bandeja en sus piernas, el agarro el tenedor con pasta y se lo comía poco a poco, veía que no tenía fuerzas estaba demasiado débil y yo, todo un pervertido me imaginaba cosas sexuales y excitantes.

Él me miro, notó que estaba babeando - ni quiero imaginar las mierdas que piensas -

- no puedo hacerte mío por ahora, solo estoy imaginando debes de agradecer que no soy como el tipo ese que te persigue ¿como dices que se llama? - pensaba en matar a ese estúpido pero, seguro me diría que no lo hiciese - Yack - dijo con cierto dolor al recordarlo - ese las va a pagar - susurré inconscientemente - ¿que? - preguntó extrañado, su rostro de bebé ¡ahhggg! No evite acariciar su pelo suavemente admiraba su hermosura, su forma de ser, - me traes loco - le dije, mis ganas querían salir pero no, eso empeorará las cosas, solo dejé un beso en su frente y me despedí con la bandeja que antes estaba devorando.