Ahí se encontraba Black Hat sudando, hechado en la cama, se sentía débil pero a la vez demasiado bien.
Y sobre el, su leal científico, penetrandolo lentamente.
El de sombrero se sentía por primera vez vulnerable y rendido, no hacia más que ceder ante su inútil doctor.—D-dime si te duele— Aun siendo el dominante, el doctor le parecía patético.
Su interior le dolía pero era realmente soportable, el de la bolsa iba dando sus estocadas a un ritmo demasiado lento.
—¡M-mas rápido!—, dijo mientras se cubría, no quería que el idiota de Flug viera su expresión.
El contrario atendió al mayor y comenzó con estocadas más rápidas y profundas, mientras tanto, Black Hat se encontraba soltando gemidos mayores que todos los de un prostíbulo.
[...]
El sonido de una alarma terminó con aquel raro sueño del demonio, en ese momento notó la erección dentro de sus pantalones.
Dentro de aquella habitación Black con un tono delicado y dulce se dijo a si mismo —Querido subconsciente... ¿¡Qué verga!?—.
Tras unos minutos "ocupándose de su asunto" y otros cuantos vistiendose decidió ir al laboratorio de ese idiota embolsado.
—¡Flug! ¡¿Qué hiciste?!—.
—Un rayo idiotizador—, dijo mientras tomaba el arma —Con un solo disparo los héroes tendrán tan pocas capacidades mentales que será pan comido derrotarlos—, dijo bastante orgulloso de aquel invento.
—¿Solo eso?...— de alguna forma, Black Hat sentía que el tendría que ver con aquel sueño tan raro que tuvo.
—¿No le gustó?... Digo, puedo agregarle otras funciones...—, al de sombrero se le oía entre decepcionado y molesto, esto entristeció al doctor pues realmente le llevó su tiempo y esfuerzo hacer ese invento.
—No es eso, me gustó pero ¿no has hecho más que eso el día de hoy?—, trataba de sacarle alguna verdad aun sin estar seguro de que fuera su culpa.
—Emm... Si, apenas es de mañana pero en un rato haré más cosas—, ¿desde cuando debía tener listo más de un invento a esas horas.
—...—, el de sombrero se acercó peligrosamente al doctor para analizarlo mejor, no parecía estar mintiendo —bien, sólo apresurate a hacer algo más útil que un idiotizador—.
—Claro jefecito...—, le parecía algo extraña la actitud de su jefe pero realmente no era de que preocuparse, aveces podía ponerse paranoico sin razón o por tonterías, hace unos días había llegado a interrogarlo sobre si era un espía de los héroes.
Tras salir del cuarto, Black se encontraba dando vueltas por la mansión reflexionando sobre la razón de aquel sueño.
—Hola cariñito~— reconocía esa horrenda voz de pony.
—¿Qué quieres ahora Demencia?—, estaba demasiado ocupado pensando como para encargarse de la lagartija esa.
—¿Soñaste algo en especial ayer?~—, en ese momento Black Hat recordó que el cuarto de Demencia era el más cercano al suyo, por lo que podría haber escuchado algunos balbuceos o incluso gemidos provocados por aquel sueño.
—Tal vez...—, volteo a ver a la chica iguana —¿qué escuchaste o crees haber escuchado?—, dijo en tonos serio y observando fijo a la chica.
—¡Lo sabía!~—, la pelirroja se mordió el labio y comenzó a acercarse al mayor mientras desabrochaba su blusa dejando ver parte de su sostén —¿quién diría que el gran lord Black Hat tendría esa clase de sueños por sus lacayos?~—.
Cuando estuvo muy cerca de el, Black Hat solo la hizo a un lado con un tentáculo que había salido de la pared más cercana y siguió caminando.
—¡Ja! Como si a mi me fuera a interesar una largarta obsesiva como tú y ademas—, volteo a verle sin expresión alguna —No me gustan las perras que toman cualquier indirecta que ellas creen ver como un "hagamoslo"—, volvió a voltear su mirada al frente y siguió caminando a paso lento hasta estar en su oficina.
Demencia estaba devastada, pero como siempre, sin importar lo horrible que la tratase ella seguiría obsesionada con su querido Black Hat, aún así se había quedado con una duda si no era ella ¿con quién había soñado el de sombrero como para disfrutar tanto de aquel sueño?
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Algo útil para soñar (Paperhat)
FanfictionFlug siempre era llamado inútil por su jefe Black Hat, aún cuando cumplía con todos los trabajos que le pedía parecía nunca poder ser capaz de complacer a su jefe. Hasta que ambos comienzan a tener unos sueños peculiares. ¿Pueden los sueños hacerse...