Luna Valente, deja su antiguo pueblo donde ha vivido prácticamente toda su vida, y se muda a un pueblo de New York.
Como nueva estudiante de Higt School, es un colegio de alto nivel, donde van adolescentes de alta clase.
A ella no le gustan ese tipo...
Dejo de ser un roze cuando ella lo beso, al principio fue un beso lento. Que fue tomando velocidad al pasar de los segundos. Matteo la atrajo más a el, tomándola de la cintura.
La chaqueta de Matteo callo de los hombros de Luna, cuando alzo un poco los brazos para ponerlos sobre sus hombros. Las manos de la chica pasaron por su calido cuello, intensificando el beso.
El corto el beso para luego desviar su boca a su cuello, y hacer que ella tirara la cabeza hacia tras para darle lugar.
-Luna...-Susurro el italiano todavía en en su cuello-Esto no debería estar pasando.
-No quiero que pares.
-Aqui afuera, no deberíamos dejarnos llevar por la calentura.
Ella paso su mano por su cabello, despeinandolo aún más. Dejando besos por su mejilla y algunos por su cuello.
Cuando sus bocas se encontraron de nuevo, un beso pasional se formó. Matteo tenía la respiración agitada.
Ya habían llegado muy lejos para poder parar, ninguno de los dos quería retenerse.
Matteo puso sus manos en la espalda de Luna, metiendolas por debajo del top, acariciandola.
La ojiverde puso su su boca en el cuello del morocho, dejo ligeros besos sobre este, hasta que la tentación le ganó. Y la sed de él fue más grande.
Los colmillos de Luna salieron sin previo aviso, posándose en su cuello. Ella abrió la boca para poder morderlo.
-¡Luna!-Se escucho un grito.
Luna saco la boca de su cuello, para girar su cabeza y encontrarse con su madre y padre.
Llegaron en el momento justo, antes que ella incara sus colmillos en el cuello de Matteo.
-Hola, hija-Saludo su padre-¿Quién es tu amigo?
-Hola, señor-Habla por primera vez el italiano-Matteo Balsano-Le extiende la mano, y el se la acepta.
-¿Qué hacían aca afuera a estas horas?-Pregunto su madre preocupada-Hace frío, ¿No prefieren entrar?
-Gracias, señora. Pero yo ya me tengo que ir. Me la pasé genial con Luna, espero que se repita.
-A mi también me encanto salir contigo, ¿Nos vemos mañana en la escuela?
-Oh, si claro-El se acerca y le da un beso en la mejilla-Hasta mañana.
Dice para luego empezar a caminar para irse.
Ya cuando estaba un poco lejos, su padre hablo:
-¿Me puedes explicar que estabas por hacer si no llegamos a tiempo?
-Papa, nose. Se me fue de las manos yo quería morderlo.
-Luna te tienes que empezar a controlar-Habla su madre-No eres un vampiro novato, tienes ya como dos años de ser convertida. Yo sé que no es fácil porque todos lo vivimos, pero hay que hacer el mayor esfuerzo para no morder a los humanos.
•••
-¿Y como te fue con tu cita con Matteo?-Le pregunta la pelirroja.
-Bien y mal, en realidad no sé si me fue tan bien o tan mal-Jimena la mira con cara de no haber entendido-Osea al cine fuimos la pasamos muy bien, pero cuando volvimos. Llegamos a mi casa nos quedamos hablando afuera un rato, y de un momento al otro lo bese.
-¿¡Que!?-Grita Jimena con una sonrisa amplia en el rostro-¿Cómo que se besaron? ¿Cómo fue?
-Fue tierno pero pasional a la vez. Mira lo más importante de esto es que estuve a punto de...-Hizo una pausa-Estuve a punto de morderlo.
-¡Que! ¿Que fue lo que te detuvo?
-Mis padres, se dieron cuenta y llegaron justo a tiempo.
-Amiga perdona que te interrumpa, pero creo que allá se armó la pelea.
Luna se voltea, y en el zum, ahí un par de chicos a los golpes. Al rededor gente que alienta la pelea. Entre esos chicos uno de los que está a las piñas es, Matteo.
-¿Qué demonios?
Jimena y Luna salen corriendo hacia el punto del conflicto.
-¡Dale pégale, acaba con el de una buena vez!-Se escucha el grito de un chico.
Veía como James, el chico que había visto hace unos días, le pegaba puñetazos en la cara a Matteo, quién se encontraba débil tirado en el suelo.
-¡No lo golpees más!-Se escucho el grito de Gastón, que lo tenían sostenido de los brazos para que no pueda hacer nada.
-¡Basta, no seas animal!-Le grito Luna a James, quién finjio no escucharla-¡James, para!
Segundos después James, había parado de golpear el rostro de Matteo, quién se encontraba ensangrentado.
-¡La próxima vez, piensa antes de hablar!-Le advierte James, a Matteo. Levantandose para inse con su grupo de amigos.
Todos los alumnos se fueron rápido, antes que llegara algún profesor, o director de la escuela.
Gastón se acercó a Matteo ayudándolo a levantarse.
-Pero mírate nada más. Parece que fuiste a la guerra-Exclama su hermano-Ese tío pega de lo duro.
-Dimelo a mi, que yo lo senti.
-¿Estás bien?-Le pregunta Luna acercándose a el.
-Solo un poco adolorido, pero sí creo que seguiré viviendo.
-No hagas esos chistes, Matteo-Lo regaña la rubia.
-Esto iba a pasar tarde o temprano, Luna-Le dice el italiano mirándola.
-Aca lo único que me importa es que estés bien. Vamos a enfermería haci te curo.
-No-Se adelanta Gastón-Si lo llevas así como está, se darán cuenta que hubo una pelea no es bueno para nadie eso aquí, mejor ve a buscar algunas cosas de enfermería, yo demientras lo llevo al baño.
•••
-Yo me ocupó de el-Le dice Luna a Gastón-Tu puedes ir a tu clase.
-¿Estás segura?
-Segura.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
