Todos los estudiantes del quinto semestre de la preparatoria Mazara habían sido convocados a una reunión especial en el patio de la escuela, nadie conocía el motivo de tan repentino evento.
–Antes que nada quiero desearle un buen día a todos los alumnos y miembros del personal de la escuela.– Saludó el director, Giovanni a través del micrófono con la seriedad que tanto lo caracterizaba. –El motivo por el cual los he llamado a todos es el siguiente, desde este día se implementara un programa en el cual todos y cada uno de ustedes deberán ayudar a un chico o chica con alguna discapacidad, cualquiera que se niegue verá las consecuencias de ello reflejadas en su promedio. Sus profesores serán encargados de llevarlos a las instalaciones donde decidirán a quien ayudar durante este año.–
Luego de eso tal y como el director dijo la mayoría de grupos subieron a los distintos autobuses, que junto a los profesores se encargarían de llevarlos a su destino. A excepción de algunos como el grupo B-1 el cuál salió a pie de la escuela.
–¿Esto debe ser una broma?– Se quejó cierto chico castaño con cada paso que daba mientras miraba al frente con el ceño fruncido y los brazos cruzados. –¿Hacernos cuidar de un chico discapacitado?, el anciano debe estar loco–
–Green, sera mejor que quites esa cara o sino espantarás a todos y recibirás un castigo por no encontrar a quien ayudar– Comentó Lyra con gracia sin poder evitar reír.
Aquella situación le resultaba sumamente cómica, escuchar las quejas de su amigo era algo que para ella simplemente no tenía precio. El resto del camino trascurrió en silencio y con normalidad, hasta llegar a un edificio enorme de color blanco, una escuela especial para personas con discapacidad. Al entrar al lugar un grupo de alumnos los esperaban en el patio de esta junto a algunos de los profesores del lugar.
–Bienvenidos– Saludó una mujer de unos 25 años con una sonrisa amable en su rostro y cabello oscuro con toques rojizos –Mi nombre es Lucy, ellos son mis colegas Greta y Tucker. Ustedes son los alumnos de la escuela Mazara ¿O me equivoco?.–
–Asi es, yo soy Erika y el es Lt Surge. Mucho gusto– Respondió la profesora a cargo del grupo. –Supongo que están al tanto del por qué de nuestra visita–
–Por su puesto, he de admitir que nos sorprendió cuando el director Giovanni vino a hablar con el director Scott y dijo que sus alumnos fueron quienes propusieron esta actividad– Confesó la azabache.
Escuchar aquello hizo que una pequeña vena comenzará a palpitar en la sien del castaño, su amiga al notar eso dio una pequeña risa ante la expresión de Green.
–Ese viejo...– Masculló entre dientes con molestia.
–En lugar de molestarte por eso, deberías de buscar a quien ayudarás– Comentó mirando al grupo de chicos frente a ellos.
–¿Acaso tú ya tienes pensado a alguien?– Preguntó intentando tranquilizarse un poco.
–¿Ves a ese niño de cabello verde?–
–¿El de las muletas, estás segura?– Entendía un poco el porque de la elección de su amiga, uno de sus pies no lograba tocar el suelo completamente por lo que debía usar un zapato especial y aquellas muletas, además de eso el chico se veía demaciado frágil y parecía tener leves temblores. Supusó que a los ojos de su amiga se veía como una especie de cachorro indefenso o algo por el estilo.
–Si, se ve que necesita la compañía de una hermana mayor ¡y esa seré yo!– Gritó con emoción cortando la conversación de los profesores y atrayendo la mirada de todos sobre el par de amigos.
–Bueno, estos son los alumnos de nuestra institución que fueron seleccionados– Comentó Greta señalado a los jóvenes.
–Son alumnos que de verdad necesitan la ayuda pero que sabemos no serán un reto muy difícil para ustedes– Está vez fue Tucker quien habló.
–No es que no les tengamos confianza o algo por estilo, pero tampoco queremos dejarles una responsabilidad tan grande como lo seria cuidar de un muchacho con Síndrome de Down– Terminó de hablar Lucy. –Ahora ya pueden ofrecer su ayuda a alguno de ellos, pero deben tener en cuenta que ellos pueden o no aceptarla–
En cuanto esas palabras fueron pronunciadas los estudiantes de la escuela Mazara comenzaron a mezclarse con el grupo contrario, algunos, como Lyra con emoción de poder ayudar y otros más obligados que otra cosa, como era el caso de Green quien buscaba al chico que menos problemas pareciera darle, hasta que lo vió. Un muchacho pelinegro que a simple vista parecía normal, no tenía ningún tipo de discapacidad motora, parecía escuchar el barullo a su al rededor y esquivaba a quienes pasaban a su lado con facilidad. Eso era perfecto, con gran agilidad llegó hasta el tomándolo de la ropa y con poca delicadeza lo guió hasta Erika quien anotaba las parejas formadas.
–Green, ¿Ya has encontrado a alguien para ayudar?– Preguntó la pelinegra con la banda floreada en el cabello.
–¡Si!– Respondió este colocando al muchacho delante de él, quien no pronunciaba palabra alguna. –Sera él– Dijo con confianza.
–Muy bien, ¿Y cuál es su nombre?– Preguntó la docente. Ahí fue cuando el castaño cayó en cuenta de ese detalle, estaba tan centrado en el hecho de que el otro parecía alguien "normal" que ni siquiera se molestó en preguntárselo. –Vamos, di tu nombre– Le alentó una vez más la mujer, pero el otro continuaba en silencio observándolos.
–Por más que lo intenten no te responderá.– De pronto apareció Lucy hablando en lugar del muchacho. –Su nombre es Red, y la razón por la que se encuentra aquí es que no puede hablar– Dijo la mujer haciendo que un balde de agua helada cayera sobre el castaño.
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Sin Palabras [Green X Red] Originalshipping
FanfictionGreen, un chico prepotente, egoísta y hasta cierto punto maleducado, como parte de un programa estudiantil deberá de ayudar a Red, sin saber que este no poseé la capacidad de hablar.