Ya era casi un mes desde que Green comenzó a pasar sus tardes en compañía de el pelinegro. En ese corto tiempo Green había logrado descubrir varias cosas de Red, como que tiene una hermana, y que esta junto a su madre trabajan la mayor parte del día para sacar adelante su hogar. También descubrió el gusto del chico por los videojuegos, además del hecho de su alergia a las zanahorias.
No hacía ni una hora que había llegado a la casa de Red cuando esté ya se encontraba en el ordenador, distraído en su mundo.
-¿Qué es lo que tanto haces en esa computadora?- Preguntó el castaño acercándose al monitor para ver qué era eso a lo que tanto empeño le ponía pero la ventana fue rápidamente sustituida por una página cualquiera. -Está bien, está bien, si no quieres no veré nada. Vaya...- Dijo soltando un suspiro resignando.
Sin mayor opción y con fastidio regresó a sus deberes de la escuela, los cuales no representaron mayor problema pues los resolvió con simpleza. Una vez terminados dió un bozteso al momento que estiraba levemente los brazos.
-¿Acaso en tu escuela no les dejan tarea?- Preguntó intrigado, en lo que llevaba de acompañarlo siempre lo veía trabajar en su proyecto secreto, del cual solo sabía que aparecían esos extraños animales que tenía regados por todo su cuarto en dibujos. Red se giró para verlo en silencio, no dió ningún tipo de respuesta simplemente lo observó. -¿Eso es un no?-
El pelinegro sonrió levemente para luego ponerse de pie y salir de la habitación dejando a un confundido Green en el lugar. Definitivamente Red era la persona más extraña que había conocido en su vida, no por su discapacidad sino que apresar de ella mantenía una actitud muy positiva.
Sin saber exactamente que hacer Green decidió enviarle un mensajes Lyra para saber cómo marchaba su día en compañía del pequeño Wally. No conocía demaciado al chico pero según lo que su amiga le contaba era un buen chico, muy educado pero demaciado tímido.
—¡Green, ¿Cómo te va?!— Preguntó la chica en cuanto la llamada se enlazó.
—Hola Ly, me va bastante bien pero que hay de ti, ¿cómo te resulta todo?— Preguntó a su amiga quien sonaba relajada.
—Bastante bien, Wally es un buen chico y muy amable— Contestó la castaña mientras veía al menor hacer sus deberes con tranquilidad. —¿Y qué hay de ti? ¿cómo te la llevas con Red?—
—Bien, o eso creo— Respondió el pelicafé algo indeciso. Si bien se llevaban bien había ocasiones en las que Green no lograba entender a Red del todo.
—¿A qué te refieres con eso?— Green solía ser alguien con extrema confianza en sí mismo y en lo que hacía por lo que escuchar ese tono de duda en su voz era algo totalmente nuevo para Lyra.
—¿Cómo te explico? El chico me agrada pero es algo raro, solo se la pasa jugando en su ordenador durante todo el día— Dijo soltando un suspiro. —Sabía que esto sería aburrido mas no creí que tanto—
—Vamos, vamos. No exageres Greeny solo debes esperar un poco más. Te apuesto lo que quieras que en unos días más serán los mejores amigos— Comentó la joven soltando una pequeña risa al mismo tiempo que veía como Wally, sin hacer ningún ruido intentaba ponerse de pie. —Debo colgar, nos veremos luego—
—Claro, hasta mañana— Dijo terminando la llamada. Mientras tanto en la casa del peliverde Lyra ayudaba al menor sosteniendo una de sus muletas para que esté pudiera ponerse de pie apoyándose en la otra.
—Si necesitabas ayuda solo debiste decirlo— La expresión de Lyra era de tranquilidad, contraria a la del chico quien se sentía apenado.
—Quería... Hacerlo por mi cuenta este vez— Respondió en un susurro girando el rostro con vergüenza.
Según la habían dicho a Lyra luego de que Wally quedará a su cargo, al peliverde le costaba mucho pedir y aceptar ayuda de otros. De cierta forma la chica entendía eso, nadie quiere ser una carga para los demás... Y por lo visto eso es por lo que el chico estaba pasando o al menos era lo que ella creía.
Por su parte Green guardo su teléfono en su bolsillo al mismo tiempo que el pelinegro, con algo de dificultad entraba a la habitación nuevamente. Llevaba consigo un vaso de jugó en cada mano y un gran paquete de galletas en el ante brazos intentando que este no se le resbalara.
Al verlo el castaño rápidamente se puso de pie, ayudando al otro tomó las galletas y uno de los vasos de jugó dejándolos en la mesa donde se encontraba la computadora. Red suspiró aliviado para luego tomar el vaso de la mesa y extenderselo a Green.
—¿Para mí?— Preguntó tomándolo confundido. El pelinegro asintió mientras se sentaba en la silla frente a su computador, abriendo las galletas y comenzado a comerlas con tranquilidad. —Gracias—
«Quizás... Solo quizás, Lyra tenga algo de razón, solo debo conocerlo un poco más»
Y sin darle más vueltas al asunto Green comenzó a comer junto a Red.
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Sin Palabras [Green X Red] Originalshipping
FanficGreen, un chico prepotente, egoísta y hasta cierto punto maleducado, como parte de un programa estudiantil deberá de ayudar a Red, sin saber que este no poseé la capacidad de hablar.