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—Ten cuidado —tomó de mi mano cuando estuve a punto de tomarlos—. ¿Por qué estaría abierto?
Era muy pronto para sentirme cómoda con una desconocida, pero su preocupación genuina me daba confianza. O solo era yo de nuevo confiando en toda persona con la que hablaba. De todos modos, la única desconfianza que sentía era de mi mente con un sueño tan realista.
—Tal vez se me olvidó cerrarlo —mentí una vez más. Si acaso me estaba robando un casillero ajeno, quién mandaba a la persona a no ponerle seguro.
Comencé a deshacer los nudos de los tenis que Bree me había ofrecido, encontrando alivio en el frío suelo. Miré a la chica en un reflejo, pero ella seguía viendo al casillero como si fuera a llevarla a otro mundo. Cuando la comodidad dejó de ser una prioridad, tomé la mayoría de las cosas en el espacio, guardándolas en una mochila al fondo de éste. Podía ser que algo de ahí fuera útil para regresar a casa, solo esperaba no encontrar las respuestas en el libro de cálculo.
—¿Lista para la primera clase? —esta vez le robé su entusiasmo, alejándola de mi supuesto casillero antes que se desmayara de la desconfianza hacia él.
No tardó en recomponerse, comenzando una nueva charla sobre sus vacaciones en un campamento de verano. Trataba de concentrarme en todo lo que tenía que decir, vagando de vez en cuando hacia mis tenis, encontrando toda la familiaridad en ellos; las manchas de suciedad, las agujetas desgastadas y los orificios por sus dobleces. Eran un desastre que bien recordaba y me negaba a desechar.
¿Por fin me habría funcionado una manifestación o era otra prueba que estaba soñando?
Sin pensarlo dos veces, cerré los ojos, deseando despertar en mi cuarto, siendo medio día por haberme desvelado tanto y con las almohadas encima de mí por moverme tanto durante la noche.
—¿Estás bien, Galia? —escuché la voz de Bree. Aun sentía los pies en el piso, el aire frío dentro de la escuela y el bullicio de voces por los demás alumnos.
Seguía aquí, a pesar de haber sentido un vacío a mi alrededor por un segundo. Abrí los ojos, confirmando que no me moví a ningún lado, encontrando a la chica nuevamente preocupada, como si fuese a desmayarme. La verdad es que ese intento inútil de viaje me dejó la cabeza dando vueltas.
—No puedo imaginar tantas vueltas en el aire sin marearme —bromeé, volviendo a cerrar los ojos, intentando encontrar equilibrio en mi andar—. Me impresionas.
Bree sonrió complacida. Claro que, entre tantas crisis, seguía escuchándola.
—No es nada —sonrió, complacida.
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1| Como en un sueño [ZOMBIES]
Fanfiction|REESCRIBIENDO| ¿Qué es lo que pasa cuando caes al vacío y terminas en un mundo totalmente desconocido? Solo sé que debo despertar y estaré en casa. Porque no pertenezco aquí, en este lugar perfecto con estas diferentes personas. Y no puedo...