Stay with us (Richard Camacho)

CHAPTER TWENTY

  |Narra Richard|

Contemplarla al dormir era algo que en verdad amaba, más ahora en estos momentos. Estaba impactado, mucho más que _________. Hace unos meses estábamos felices por saber que tendríamos un hijo y ahora estamos rogándole a Dios que todo salga bien. ¿Cuándo fue que mi vida se volvió tan miserable? Tengo la respuesta; desde el día que empecé ese contrato con Yocelyn. Ahora, tengo que cargar con un bebé que estoy seguro no es mío y lo peor, no puedo pasar tiempo con las personas que amo. Una lágrima corrió por mi mejilla pero la quité rápidamente, no lloraría, debía mantenerme fuerte para mis hijos y para _______.

-Todo estará bien, ustedes son fuertes y su mami también.- susurré al vientre de _______. Puse una mano ahí y al instante sentí una patadita, sonreí y ________ se movió un poco. -Shh.- traté de que volviera a dormir pero fue en vano. Sonrió al verme y tomó mi mano.

-Te necesito, Richard. Te necesitamos mucho más que ella.- musitó y sentí como comenzaba de nuevo a llorar. La abracé y besé la cima de su cabeza.

-Y aquí estaré para ustedes.- respondí.

-¿Por qué nos hiciste esto?- sollozó. -Pensé que nos amabas.-

-Los amo. Créeme, ________ jamás... jamás he querido formar una familia con otra persona que no seas tú.- murmuré y tomé su cara entre mis manos. Limpié sus lágrimas y besé su mejilla.

-Te amo.- susurró y me besó delicadamente.

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-Richard.- escuché que decían mi nombre pero estaba demasiado cansado como para responder. -Richard.- ahora lo oí un poco más cerca, pero seguí durmiendo. Escuché como bufaba y luego sentí unas delicadas manos recorriendo mi abdomen. Abrí los ojos rápidamente. -¿No que estabas dormido?- preguntó burlona. Sonreí y me acerqué a darle un beso en la nariz.

-¿Cómo amanecieron?- pregunté mientras acariciaba su vientre. Suspiró y sonrió apenas.

-Bien... supongo. Se movieron mucho pero pude descansar.- tomé su mano.

-No me separaré de ustedes, ¿me escuchas? No les pasará nada.- sonreí tratando de darle confianza.

-No prometas algo que no vas a cumplir.- soltó su mano. -Pronto tendrás que irte y lo más probable es que no estés cuando tenga que morir.- susurró lo último y yo la tomé entre mis brazos.

-No quiero que vuelvas a decir eso.- dije molesto. -Tal vez no pueda estar todo el tiempo con ustedes pero cuando más me necesiten aquí estaré.- suavicé mi voz y ella asintió.

-Vamos a comer. Ya está listo.- sonrió y se encaminó a la puerta. -Ni se te ocurra volver a dormir. Son las dos de la tarde, flojo.- bromeó y reí.

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Nunca pensé que anhelaría tanto haber pasado más tiempo con ________. Después de comer, quiso mostrarme la habitación de los niños; la cual, siempre soñé que ayudaría a pintar y todas esas cosas.

-¿Qué sucede?- preguntó dulcemente mientras la sentía observarme. Negué con la cabeza y continué observando la habitación. La cual, era mitad azul y mitad rosa. -Anda, dime.- pidió mientras pasaba un brazo por mi cintura.

-Yo quería participar en esto.- hablé mientras hacía un puchero. Ella rio.

-Aún puedes ayudarme.- dijo y luego continuó. -Estoy pensando en ponerles una habitación en mi casa, no siempre viviré aquí.- finalizó mientras fruncía el ceño, sonreí mientras una idea llegaba a mi cabeza.

-No. Tú, estás cosas bonitas y yo, compraremos una casa sólo para nosotros.- sonreí puse mis manos en su barriga. Reí al sentir como se movían ahí dentro. Seguro tenían una fiesta. _________ seguía con el ceño fruncido. -¿Qué? ¿No te gusta mi idea?- pregunté mientras borraba mi sonrisa.

-Me encanta.- sonrió. -Pero... no sé, quisiera que fuera después de que nazcan los niños y pase... todo.-

-Bien, pero me vas a acompañar a buscar una casa. En el lugar que tú quieras.-

-No creo que te guste el cementerio.- fruncí el ceño, molesto.

-Tranquilo, sólo era una broma.- suspiró y se puso de puntillas para besarme en los labios. -Iremos los cinco a buscar una casa.- sonrió y yo la abracé. O al menos intenté hacerlo.