Capítulo uno.

4.7K 339 108
                                    


Destino omega.

SasuNaru.

Porque el destino en ocasiones es cruel, y la supervivencia del más fuerte es su jerarquía.

Omegaverse.

Tres capítulos cortos.

Feliz cumpleaños adelantado, MRIYU.

Autor: Pikacha-sama. Beta: MRIYU/Midori.

.

..

.

Capítulo uno.


Destino.

La guerra explotaría en cualquier momento, Itachi y Sasuke lo sabían. Comandaba sus tropas directo a la pelea, los príncipes de Konoha darían su vida en batalla si era necesario, el mayor tenía un hijo heredero al trono. Los dos Alfas estaban completamente seguros de sus acciones. Galopeaban en dos caballos negros sintiendo el viento golpearles el rostro como una suave ventisca.

Rodearon sus tropas por el extremo de las filas, era un ejército sumamente grande, más de diez mil soldados entrenados para la batalla, ordenados, alineados y completamente adiestrados; Alfas y betas, su jerarquía de pelea. Ese mundo estaba gobernado por los lideres alfas, todo aquel que se opusiera terminaría muerto.

Itachi detuvo su andar justo en el punto medio de las cuadrillas, su hermano lo imitó a su costado mirando al frente. Les igualaban, ambos lo sabían, pero aun así no dejaron de estar tan confiados. Habían planeado una emboscada perfecta, sin sobrevivientes. En la guerra, los prisioneros no los creían necesarios, debían de demostrar cuanto costaba la traición al Rey.

De nuevo una ventisca removió sus cabellos atrayendo un olor tan suave que Sasuke creyó que no era verdad. Volvió a llenar sus fosas nasales de aquello que lo embriagaba y no hizo más que maldecir al destino, ¿De todos los momentos en que podía pasar, debía ser precisamente en medio de la guerra? Algo muy malo debía haber hecho en su vida pasado.

Dejo que el aroma de nuevo le llenara, que sus sentidos se relajaran ante ello; complaciéndose así mismo. Era dulce y toxico, una sustancia sumamente peligrosa, su alfa gruñía, rugía con furia dentro de si, arañando sus costados con tal de que la bestia proclamara lo que le pertenecía.

Un enemigo, su pareja destinada.

Ironías de la vida.

Podía apreciar su localización a pesar de que estaban a más de un kilómetro de distancia, sentía su respiración ya propia como la suya, lo incitaba, lo extasiaba, se estaba apoderando de su alfa, gruño con fastidio. Justo a él tenían que gustarle los chicos problemáticos, era un omega disfrazado de beta. Olía los supresores, y algo que desato su furia.

Estaba vinculado a otro alfa, su cuello tenía una marca de pertenencia.

—Lo he encontrado.

—Es un tanto inoportuno, ototo.

—¿Podrás librar la batalla sin mí?

—He tenido peores peleas con Deidara.

—Regresare al castillo y volveré...

—No será necesario, tendrás que arreglar las cosas con nuestro padre.

—Deberá entenderlo.

Destino omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora