Capítulo dos.

2.7K 295 73
                                    

  No pensaba actualizar, pero luego recordé que la vida es muy corta. No viviré al límite, pero que pasaría si un día ya no hay continuación. 

.

.

.

 Destino omega.


SasuNaru.

Porque el destino en ocasiones es cruel, y la supervivencia del más fuerte es su jerarquía.

Omegaverse.

Tres capítulos cortos.

Autor: Pikacha-sama. 

.

.


Celo.

Obscuridad, era todo lo que podía mirar.

Abrió los parpados con pesadez, sentía su cuerpo cansado y agotado. Poco a poco se fue acostumbrando a la oscuridad de la habitación sin mucho preámbulo. Intentó ponerse de pie, pero unas sogas lo detuvieron. No sabía ni donde jodidos estaba y su cabeza parecía haber olvidado los últimos instantes de su conciencia.

Sus manos estaban amarradas a los costados de una cama al igual que sus piernas. Trató de hacerlas desistir, pero sólo logró que sus muñecas y tobillos se irritaban. Estaba entrando en pánico, se movió otro rato como gusano entre las sabanas de sus aposentos cuando la puerta se abrió lentamente.

Ese jodido olor de nuevo.

Tan exquisito, pero tan toxico.

El peor de sus venenos, condenando a su omega a servir a aquel individuo.

—Estarás como prisionero hasta que aprendas a conocer tu lugar.

—Jamás agacharé mi rostro por ti.

—Entre más te resistas, más doloroso será, Naruto.

—¡Ni siquiera digas mi nombre, teme! ¡TE ODIO!

Uno a uno, vinieron los recuerdos. Sasuke lo capturó con el único fin de perdonarle la vida a Gaara, pero podía sentir como su lazo se había roto. Sólo existían dos maneras de hacerlo, y las dos eran iguales de dolorosas. Lloró con rabia mirando la neutralidad en el rostro pálido, aquel hombre no debería ser su destino, no podía ser verdad.

—No puedes ir en contra de tu omega, dobe, tarde o temprano lo entenderás.

—¿Lo disfrutaste, infeliz?, ¿disfrutaste matarlo?

—¿Eso es lo que deseas escuchar? — respondió sin quitar su máscara de indiferencia. También maldecía haber encontrado a un omega ya marcado, pero su cuerpo se volvía loco por el rubio y no sabía que tanto podía seguir demostrando que no le dolía su rechazo. Su alfa se estaba desesperando por consumirlo, por marcar aquel cuello acanelado que le llamaba tanto, podía contar sus palpitaciones sin ningún problema.

—Jamás te corresponderé, ¡¿estás escuchándome, bastardo?! — preguntó sin querer una respuesta, Sasuke al ver que no conseguiría nada de él, caminó directo a la salida sin prestarle más atención. La actitud del rubio comenzaba a hastiarle, pero no quería imponerse contra su voluntad. No quería formar una familia con el pesar de forzarlo a tener intimidad.

Destino omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora