Capítulo tres.

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¡Vamos! Ya quiero terminar, ¡ayudenme con reviews! Son gratis.

Bueno, este capítulo puede que les pegue un poquito, pero ya sólo quedaría el epílogo.

Saludos.

Ale, espero que andes leyendo esto.

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Destino omega.

SasuNaru.

Porque el destino en ocasiones es cruel, y la supervivencia del más fuerte es su jerarquía.

Omegaverse.

Tres capítulos cortos.

Autor: Pikacha-sama.

Omega.

Era la quinta vez que Naruto le arañaba la quijada, aunque había tenido la oportunidad de esquivarlo, no lo hizo, se sentía furioso con el omega. Era demasiado testarudo y arrogante, al punto en que al doblegar su voluntad le estaba haciendo daño a quien menos se lo merecía. Era hasta cierto punto inhumano.

—Vas a matarlo.

—No te necesito para esto, no permitiré que lo toques.

El rubio tenía la mirada afligida, dolida y devastada. Odiaba a Sasuke, con toda la voluntad inquebrantable que tenía, aun cuando su instinto quisiera retorcerse bajo sus brazos. No iba a permitir que le hiciera más daño, iba a matarlo en cuanto tuviera la oportunidad.

—No vamos a seguir así.

—Es lo que tu quisiste, bastardo.

La paciencia estaba llegando a su fin. No podían seguir así, a pesar de que admiraba la tenacidad de su pareja para seguir afrontándolo después de cinco meses, las cosas no podían continuar como hasta ahora. Debía de aceptar su destino, quien era y lo que representaba.

Itachi había renunciado a la corona cuando Deidara casi muere en el atentado de un intento de golpe de los demócratas. Ahora se convertiría en Rey, pero para eso necesitaba que su omega lo aceptara. Quería presentarlo ante su pueblo como su Reyna, sin embargo, el contrario no aceptaba nada de lo que conllevaba estar juntos.

Volvió atacarlo, terminando con la tolerancia que tenía guardada para ese intento de colaboración. Tomó a Naruto del cuello con presión, lo iba a someter, no quería hacerlo, pero debía aprender que de todo hay un lado positivo.

—Te dije que ya basta, dobe.

—No voy a detenerme... —musitó con los ojos cegados de cólera. Su vientre había crecido a penas un poco de su embarazo, por eso el moreno le ofrecía una tregua, su hijo necesitaba del aura de su progenitor alfa para morir, algo que negaba. No quería perderlo, pero no quería sentir como esas manos lo tocaban. Había opresado las manos del contrario al son de su cuello, Sasuke ni siquiera le apretaba, solo lo tenía sujeto.

—Aprenderás a aceptarlo — soltó con reproche, no podía creer que esa mirada de odio fuera exclusiva de su persona. No cuando el omega aullaba lastimosamente dentro de su pareja, abnegada al suplicio del que era testigo.

—No romperás mi voluntad, teme ¡Ni por esta situación!

—¡Es nuestro hijo!, te di la oportunidad de elegir y preferiste tu orgullo, ahora debes enfrentarte a las consecuencias.

Destino omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora