Capítulo 24: Liam es tan Uhmm.

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Peyton POV


-Bájame por favor.

Agache mi cabeza con mucho miedo, visualice la sonrisa de Liam de oreja a oreja.

-Por favor -Le rogué-.

Después de miles de suplicas, Liam al fin me bajó del árbol al que él me había subido.

-Eres muy chillona -Me dijo muerto de risa.

-¡Ah! ¿Soy muy chillona? -Le pregunté con sarcasmo.

-Si eres muy chi----

No terminó la palabra ya que mis labios hicieron contactó con los suyos.

Mordí sus labios demasiado duro en la parte inferior.

-Para por favor -Dijo con lágrimas en sus ojos.

Seguía mordiendo sus labios, pero ahora la mordida fue un poco más fuerte.

-Esta bien, no eres chi-chillona -Dijo con la voz entre recortada -Pero deja de morderme por favor.

Sonreí y finalice la mordida.

-¡Auch! Eso sí dolió -Se quejó-.

Caminamos hasta encontrar un lugar donde haya césped para poder sentarnos.

Me senté sobre el regazo de Liam.

Apoye mi cabeza en su cuello.

Él comenzó a pasar su mano sobre mi cabello, haciendo caricias en el.

Sentí que alguien nos estaba observando.

Abrí mis ojos y solo vi motos pasando al igual que carros.

-¿Qué tienes? -Preguntó.

Sacudí mi cabeza.

-Nada olvídalo -Sonreí.

Me giré para quedar frente a Liam.

Posicione mis manos en el césped.

Liam se acercó a mí. Comenzó a besar lentamente mi cuello.

-Li-Liam -Tartamudee tontamente.

Siguió besando mi cuello.

-Liam estamos en un parque -Le dije con una sonrisa.

Sonrió y me señalo hacía el lado contrario.

Voltee a ver y había parejas muy muy apegadas, haciendo cosas que no deberían hacer en una zona pública.

-Eso es poco a todo lo que te haré -Susurró en mi oído.

Sentí una mirada fija en mí.

Voltee de nuevo y volví a ver la moto que hace un momento había acabado de ver.

-¿Por qué mira tanto para atrás? -Me preguntó frunciendo el ceño.

-No es por nada -Le respondí-.

Liam P.O.V

-¿Me dirás que tanto miras hacia atrás? -Le pregunté cruzándome de brazos.

-No lo sé, desde hace rato veo esa misma moto pasar por aquí.

Fruncí el ceño.

Peyton se recostó en el césped boca abajo.

Quería tener mi mirada en sus ojos, pero no podía. Los picaros de mis ojos querían ver la zona en la que termina su cintura.

-Peyton.

-Dime -Respondió-. Levantando su mirada hacia mis ojos.

Comencé a apretar sus mejillas. Haciendo que suelte un quejido de dolor.

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