Capítulo 37: Su padre.

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Peyton POV

Sonreía al recordar lo que había pasado esta tarde, tenía una sonrisa de oreja a oreja, esa sonrisa no desaparecía por nada del mundo y estaba segura que no lo iba hacer. Ahora que sé que fue Liam quién me escribió esa carta con mucha más razón tengo ganas de verla y leerla, necesito que Allison me envíe las fotos que le tomo a la carta, pero al parecer eso no va hacer posible, intento llamarla pero su celular aparece apagado. Así que me decido por mi segunda opción, ir a buscar a Jacob.

Conduje, el primer lugar que se pasó por la cabeza es la cafetería, la cual esta abierta las 24 horas del día, eran las 21:34 no creo que este aquí, entre al lugar y efectivamente no estaba, me tenía que asegurar, seguí conduciendo hasta llegar al restaurante donde solía ir él con sus amigos, estacione mi auto, baje y entre al lugar, estaba hablando con una chica castaña, no logro ver su rostro, ya que ella se encuentra de espalda.

Me acerque rápidamente a él, pero fue imposible alguien se posiciona frente a mí, impidiéndome el paso.

—Salte de mi camino —Me dice de mala gana.

Ruedo los ojos, empuje a la chica para que no me hiciera estorbo, me dirijo hacia Jacob, esta vez estaba él solo.

— ¿Y la chica con la que estabas hablando?

  — ¿Celos? — Me pregunta con una sonrisa coqueta.

— No, idiota. 

— ¿Acaso me estás acosando? ¿Eh Peyton?

—No seas estúpido, necesito hablar contigo —Le digo cruzándome de brazos.

— ¿Te diste cuenta que no puedes vivir sin mí?

Arqueo una ceja ¿Es tan estúpido o qué?

—Dame la maldita carta —le contesto enojada, estaba harta de su arrogancia.

Le puedo aceptar la arrogancia a Liam, pero a él no.

— ¿Qué carta? —pregunta haciéndose el desentendido.

—Déjate de payasadas, la que me escribió Liam, ya sé que fue él, no tú.

—Ahhh la que te escribió tu querido Liam —ruedo los ojos —Qué por cierto —señala con su dedo índice hacia la punta del restaurante, volteo —Está tan ocupado, capaz diciéndoles esas mismas palabras a su cita.

Liam estaba sentado junto a una chica rubia, era muy bonita a mi parecer, la chica notó que la estaba observando. Sentí algo feo rápidamente, sentí como que todo se detuvo, quería salir del lugar.

— ¿Sabes qué? Olvídalo, quédate con la carta.

Me di la vuelta, apresure el paso para salir rápidamente del lugar.

—Sí, yo también estuviera muy decepcionado si fuera tu —Lo escuché gritar antes de cerrar la puerta, no era necesario verlo, para saber que tenía una sonrisa en el rostro.

Apenas salí del lugar corrí hacía mi auto, había una caja en el capote, me dio mucho escalofrío, en ese momento me sentí observada, sentía que alguien me estaba viendo, por el rabillo de mi ojo miraba de un lado a otro, no vi a nadie, abrí el auto enseguida, tiré la caja a los asiento de atrás.

Mi celular estaba vibrando, mi mamá me estaba llamando, tengo doce llamadas perdidas de ella. Esto significa peligro, créanme.

No habían muchos carros, miré por el espejo retrovisor como se acercaba un carro a mucha velocidad, podría causar un accidente.

Mientras el semáforo estaba en rojo, apoyé mis codos en el volante, comencé a pensar como fui tan tonta una vez más, ya ha pasado tiempo, tal vez él ya no sienta ningún mínimo afecto o interés hacía mí, o tal vez nunca sintió nada, trataba de no pensar en las cosas que me hacían mal, pero era inevitable esas cosas no salían de mi mente por ningún motivo.

Entre Dos MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora