La llegada

0 0 0
                                    


Al día siguiente, Jeff se levantó y fue a ver al Elder Gómez.
-Elder Gómez, me presento para solicitar trabajo - dijo Jeff.
-Estupendo, Jeff - dijo el Elder Gómez -. El otro día vi un vertibird pasar por encima de la ciudad en dirección a Montreal. Quiero que vayas allí e investigues las ruinas.
-Por supuesto, Elder.
Jeff salió de Ottawa y se dirigió a Montreal. Allí, vio el vertibird y a unos soldados de la Hermandad Nuclear.
-Buenas tardes, caballeros - dijo Jeff -. Soy un caballero del destacamento del Yermo de California de la Hermandad Nuclear. Mi nombre es Jeff.
-Buenas tardes, caballero Jeff - dijo un caballero -. Estamos examinando el Yermo de California para preparar la llegada del Maestre Mason. Ve e informa a tu Elder.
-Por supuesto. Lo haré.
Jeff fue a Ottawa y habló con el Elder Gómez.
-Elder Gómez, el vertibird era un grupo de caballeros y paladines que preparan la llegada del Maestre Mason - dijo Jeff.
-¿El Maestre Mason va a venir aquí? - preguntó el Elder Gómez.
-Sí, pero... ¿Quién es el Maestre Mason?
-Es el último descendiente del fundador de nuestra Hermandad. Si viene aquí, le debemos sumisión.
-Entiendo.
-En caso de que el Maestre Mason venga para acá, debemos quedarnos todos aquí para esperar su llegada.
-Por supuesto, señor.
Tres días después, llegó el dirigible de la Hermandad Nuclear, el Proyectil, y entonces el Maestre Mason bajó en un vertibird.
-Buenas tardes a todos - dijo el Maestre -. Soy el Maestre Mason.
-Buenas tardes, Maestre Mason - dijeron todos los allí presentes.
-Mi llegada aquí es por una sola razón - añadió el Maestre Mason -. Al interceptar un mensaje, descubrí que el Enclave se está recuperando en esta zona. Debemos examinar el Yermo de Canadá y encontrarlos. Dispersaos y buscad. Caballero Drake, Centinela Gómez. En cuanto a vosotros, tengo una misión especial.
-¿Qué ordenas, Maestre? - preguntó Jeff.
-Necesito que vayáis a una fábrica abandonada al Norte y la registréis. Según la señal, allí hay un destacamento del Enclave. Si es verdad, acabad con ellos.
-Por supuesto, Maestre - dijo Clara -. Vamos, Jeff.
Jeff y Clara fueron a la fábrica, pero estaba desierta, así que se dispusieron a volver a Ottawa. Sin embargo, al salir, vieron un vertibird saliendo de Ottawa y otro destruyendo las ruinas y el Proyectil.
-¡Papá! - gritó Clara.
-Rápido, Clara - dijo Jeff -. Tenemos que volver y ver si ha habido algún superviviente.
Volvieron a la destruida Ottawa, pero los vieron a todos muertos, el padre de Clara incluido.
-Papá, no... - dijo Clara entre lágrimas.
-Clara, no llores... - dijo Jeff.
-Mi padre ha muerto. ¿Cómo quieres que no llore? Me he quedado huérfana, Jeff. Huérfana...
-Chicos, yo aún sigo vivo - dijo una voz tras ellos y, al girarse, vieron que era el Maestre Mason.
-Maestre, ¿cómo es posible que sigas vivo? - preguntó Jeff.
-El vertibird que huyó de Ottawa era el mío. También estábamos preparando el del Elder Gómez, pero el Enclave ha destruido Ottawa antes de que pudiera despegar.
-Y yo me he quedado huérfana - dijo Clara llorando.
-Pues sí - añadió el Maestre Mason -. Lo siento, Centinela. Ojalá hubiéramos podido hacerlo despegar antes de tiempo. El Enclave pagará por esto. Han matado a muchos de nuestros hermanos, y los vengaremos.
-Cuente conmigo, Maestre - dijo Clara.
-Y conmigo - dijo Jeff -. Acabaremos con esos cabrones de una vez por todas.
-Muy bien - dijo el Maestre Mason -. Vayamos a las ruinas de Montreal. Allí solicitaremos refuerzos y, cuando vengan, iremos a por el Enclave. Vamos.

El Yermo nuclear 7: El Yermo de CanadáWhere stories live. Discover now