So Good-Bye

Seis

<< ¿No has pensado que es culpa tuya?>> <<Nos volveremos a ver pequeño, JongHyun>>

Esos pensamientos se repetían una y otra vez en mi mente, no podía sacarlos de mi cabeza, ya no sabía cómo sentirme al respecto, ¿en serio me estaba ayudando mi psiquiatra?

-Así qué dime ¿has pensado en lo que te dije? -Cuestionó mi psiquiatra alzando una de sus cejas.

-Sí, sí lo he pensado y no tiene sentido. -Mustié con molestia frunciendo mi ceño.

-Es claro que para ti no tiene sentido, pero para mí que lo veo desde otra perspectiva lo ogro ver, te he recetado este medicamento para poder controlar tus ataques de pánico, tómalo en las mañanas y únicamente en las mañanas, JongHyun. -Gruñó extendiéndome la receta, la tomé y salí del consultorio molesto.

-¿Entonces que han dicho? -Pregunté a mis compañeros con un tono cansado una vez me senté detrás de Key abrazándolo por la espalda haciendo que se recargara en mi pecho. . Aun no nos decían que harían con JinKi, el ambiente era pesado.

-Adelantaré mi servicio. -Mustió dejando salir un suspiro a lo que yo negué, salí de la sala de practicas y me fui directamente al baño.

<<Todo está mal, todo está mal>> <<Ya basta, ya basta por favor>>

Cerré los ojos reprimiendo mis lagrimas, esto tenia que parar, ya no aguantaba más estar de esta manera, cubrí mi boca con ambas manos ahogando mis sollozos, estuve así solo hasta que sentí mi móvil vibrar <<Bummie♥>> limpie mis lágrimas y respiré hondo antes de contestar.

-¿Aló?

-¡¿Cómo que "aló"?! ¿Dónde estás JongHyun?! -Escuché sus gritos por el otro lado del móvil y no pude evitar sonreír.

-Tranquilo, solo salía tomar aire, ¿Qué tal si te lo compenso yendo a comer? -Pregunté sonriendo inconscientemente al escuchar una respuesta afirmativa.

-Está bien, ¡pero que no se te haga costumbre! -Chilló y colgó.

Salí del cubículo y lave mi cara, me miré unos segundos negando al ver mi tan demacrado rostro.

<< ¡BOOH!>>

Abrí los ojos al tiempo que me echaba para atrás al ver a ese desgraciado perro asomarse en el espejo mostrando una sonrisa cínica, salí corriendo del baño para encontrarme con Key, estar con él me mantiene en calma.

-Cariño, no te vayas de mi lado nunca, ¿sabes? Le hablo cada noche a la luna de ti. -Susurré mientras mirábamos la luna resplandecer en lo más alto del cielo a lo que él sonrió y se recargó sobre mí.