Pequeño Peter [Ironstrange]

Familia Strange Stark

— ¡Peter! ¿Dónde estás? — Gritaba Tony buscando al pequeño

— No saldrá tan fácil. — Dijo Stephen mientras agitaba el biberón que recién había preparado Tony

— Aveces pienso que nos olvidó, quizá pasó mucho tiempo con los trámites de adopción.

— No lo creo Tony, sólo está asustado. Si lo buscamos se asustará más, entonces sólo dí algo que lo haga salir.

— ¿Algo que lo haga salir?  — Observó a su novio y suspiró decidido — Ya pensé que decir, supongo que todos los padres lo han hecho

— Házlo, pero no lo digas de forma tan cruel, es un niño.

— Ay por favor, Stephen... No soy malo, bueno, no tanto. — Se rascó la mejilla — No es como si le fuera a decir que lo vamos a dejar abandonado en un bosque

— Es casi lo mismo.

— Bien... — Tomó aire — ¡¡Creo que tenemos que devolver a ese niño y traer otro que no se esconda de nosotros!! ¡¡Que se lo lleven a él pero no a la mochila araña!! ¡¡Porque me gustó y me la voy a quedar!!

— ¡No! — Gritó una voz infantil a lo lejos

— Bingo, ¿Qué haría sin tí, Sherlock? — Dijo Tony sonriéndole a su novio

— Supongo que golpear con un sartén a otro. — Bufó Stephen

— ¡No me quiero ir! — El pequeño corrió hasta donde se encontraba Tony y lo abrazó efusivamente — Por favor... No me quiero ir...

La sonrisa de Tony se borró al percatarse de que Peter estaba llorando

— No era enserio, anda, no llores... — Sujetó con delicadeza las mejillas del pequeño para limpiarle las lágrimas — Y no me voy a quedar con tu mochila araña

— ¿D-de verdad?

— Sí. Ahora tómate el biberón, ven aquí... — Lo cargó con sumo cuidado — ¿Te vas a quedar ahí mirando? — Le dijo a Stephen— Dame el biberón

— Es que... Eso fué muy tierno, necesito grabar esa imagen para siempre en mis memorias. — Le dió el biberón

— Bueno, tú fuiste el de la increíble idea... — Miró hacia otro lado intentando ocultar su sonrojo mientras le daba biberón a Peter

— Era la única manera.  — Respondió mirando al pequeño que parecía adormilado mientras tomaba el biberón

— Se está quedando dormido... — Susurró — No hables tan fuerte.

— Como digas, mamá gallina. — Respondió divertido

— Cuando se duerma Peter juro que te vas a arrepentir de decir eso.

— Pues, ya se durmió. — Se acercó a Tony y le quitó con cuidado el biberón ya vacío a Peter — D-dámelo. — Pidió con las manos un poco temblorosas

— Volvieron los nervios... — Le entregó al pequeño en brazos

— Soy un idiota, aún no los controlo del todo... — Observó detenidamente al pequeño que cargaba — Así que es Peter Strange Stark

— Se le oye mejor mi apellido. — Dijo con arrogancia

— El mío es mejor. — Respondió de igual manera

— Que sea un apellido extraño, literalmente, no lo hace mejor que el mío, señor Doctor. — Contraatacó

— P-pa... papá... — Murmuró Peter dormido, aquello hizo que la pareja dejara la tonta competencia de apellidos para morirse de ternura

Cuando dejaron a Peter en la cama, Stephen lo arropó mientras Tony le acariciaba el cabello

•

— Creo que no olvidaré este día... — Dijo Tony con una sonrisa mientras bebía un vaso de leche

— Yo creo que sí lo olvidaré, porque se me atrofió el cerebro con tu sartenazo.

— Entonces operate, señor neurocirujano. — Respondió riéndose

— Tú y yo tenemos algo pendiente... — Le quitó el vaso de leche y lo dejó a un lado para cargarlo como si fuera un costal de papas

— ¡Bájame Strange! — Gritó, no tan fuerte para no despertar a Peter

— Ni creas que lo haré. — Respondió antes de entrar a la habitación y cerrar la puerta con seguro.