Capítulo VI

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Magnus Bane, estaba conmocionado. Nunca había tenido una bomba de sentimientos tan...fuerte. Y sí, es una bomba porqué está a punto de explotar. 

El amor tan intenso, tan...profundo que siente por su cazador está devorandole las entrañas. Ahora que Alexander era inmortal, y carga en su vientre a su hijo... y es todo lo que él podría desear. Ambos se habían resignado al hecho de que Alec algun día moriría, pero que Magnus tendría que seguir adelante.

Magnus estaba destrozado con la idea de perder al amor de su vida. A la única persona que lo había amado, que lo quería tal y como era. Con sus ojos de gato, su amor excesivo por la purpurina, su pasado, y aceptó que hubo 17 mil personas antes que él (aún con un poco de celos normales). Y sin pedir nada a cambio, si no ser amado de igual manera. 

¿Que más podía desear? 

Ahora sólo quería unir su vida a la de Alec para siempre. Dejar de ser por fin en 800 años, sólo Bane. Quería portar con orgullo el apellido de su novio,. Ser un Ligthwood- Bane.

Y para eso era necesario el matrimonio, y no estaba seguro de su cazador querría casarse ahora. Más sin embargo, lo haría. Se arriesgaría a pedirle matrimonio.

Pero...¿Cómo hacerlo sin mucho brillo en el camino?

* * * *

Alec sonrió enormemente al ver lo que su novio había preparado. Aunque Magnus no era muy bueno en la cocina mundana, algunos platillo realmente le quedaban deliciosos. Y este no era la excepción. 

Alec tenía antojo desde hacía días, de comerse una pasta cuatro quesos. Soñaba que se comía la pasta, y hasta veía pasta en los botes de helado. Así que Magnus se la preparó. 

Tomó unos cubiertos y un plato. Se sirvió una montaña de la pasta,, sin el caldito que tiene, y se sentó a devorar. Literalmente.

Magnus entró a la cocina y vió a su novio embarazado de 6 meses, comiendo pasta con una sonrisa en la cara. 

-¿Está buena?.- preguntó.

Alec asintió haciendo sonidos de gusto...que afectaron cierta parte de la anatomía de Magnus. Magnus se aclaró la garganta, se sentó frente a él y decidió consentrarse en sólo observarlo comer. 

De repente dejó de comer y levantó la vista asustado. Asustando también a Magnus.

-¿Todo bien, Garbancito?

-No, digo sí. Con el bebé todo bien pero... me acabo de dar cuenta que mis padres no lo saben. No saben que estoy embarazado. 

Magnus suspiró de alivio.

-Pensé que era algo más importante.

-¡Importante! Claro que lo es, Mags. 

Magnus hizo una mueca. 

-¿Cómo crees que se lo tomen? 

Alec alzó los ojos al techo pensativo.

-Pues, mi madre estaría contenta y muy sorprendida. Pero emocionada de que venga un nuevo miembro a la familia. Y creo que mantendría la misma posición aún después de saber cómo es que estoy embarazado. 

-¿Y tu padre?

-No tengo idea. Y no sé si quiero averiguarlo.- dijo Alec entristecido, moviendo la pasta de su plato sin ganas.

-Haremos una cena para cuando cumplas 7 meses de embarazo, ¿te parece bien?

Alec asintió. 

-Pero prometeme que ignorarás todo lo que mi padre diga. No quiero tener que discutir con él y acabar llorando por las hormonas del embarazo. 

Inmortal (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora