Inmortal (Malec)

Capítulo XIV

2 meses después.

Alec tenía cuatro meses de embarazo, tras enterarse e informar a la familia de la próxima llegada de los nuevos miembros a la familia, Catarina hizo la revisión para asegurarse de que Raphael realmente había dicho "hermanitos" y el estado de los mismos.

Catarina pasó su mano por el vientre de Alec, ya abultado por los cuatro meses, la magia recorriendo la piel. Cerró los ojos.

Finalmente apartó la mano y abrió sus ojos luciendo sorprendida.

-Raphael.- dijo mirando al niño, quien tenía una sonrisa satisfecha en su rostro.- ¿Cómo pudiste saberlo? 

-El hechizo, tía. El hechizo que me enseñaste me mostró que eran dos.

-¿Fue rápido?

-Sí. Bastante.

Catarina hizo una mueca de sorpresa. Alec y Magnus la miraron interrogantes.

-Raphael es más poderoso de lo que esperaba. Hizo un hechizo complejo que yo tardé minutos en hacerlo y comprobar lo que dijo. Un hechizo que un niño de su edad jamás podría hacer. 

Raphael sonreía. Alec sonrió, al igual que Magnus, orgullosos de su hijo.

-En definitiva.- continuó Catarina.- si están esperando dos bebés. Son mellizos. Y comprobaremos una vez más el poder de Raphael. Ven aquí, cariño.- llamó.

Raphael se acercó ansioso.

-Pondrás tu mano en el vientre de tu papá y pronunciarás éstas palabras, dos veces: Ostendit genus futura. Repitelas.

-Ostendit genus futura.- repitió Raphael claramente.

-Perfecto.- dijo Catarina sonriente.- Hazlo. Con delicadeza.

Raphael miró a su Papi, pidiendo permiso. Magnus sonrió.

-Hazlo, corazón. 

Raphael se acercó y miró a su Papá. 

-Relajate, papá.- pidió.

Alec sonrió. 

-Lo haré.

El niño puso su mano en el vientre abultado, donde sus hermanitos se encontraban y murmuró.

-Ostendit genus futura. Ostendit. Genus. Futura.

Un par de luces salieron del vientre. Una se iluminó de color azul y la otra de color plateado. Todos observaron sorprendidos. Raphael cerró sus ojitos y murmuró, sin saber lo que decía.

-Cetero frates potens hybrid.

Abrió sus ojos con un jadeo sorprendido. Alec lo miró y tomó su mano, que seguía en su vientre.

-Cariño, ¿estás bien?

Raphael parpadeó. 

-Lo estoy.- miró a Catarina y a su padre.- ¿Y bien?

-Lo hiciste perfecto, Rapha. Nos acabas de dar el sexo de tus hermanos.- dijo Catarina.

-Hermano y hermana.- dijo Magnus sonriendo.

Raphael sonrió, pero su sonrisa flaqueó. No sabía si decirles a sus padres lo que había visto, y menos a su tía. Decidió no hacerlo, no aún.

-Genial. Hermano y hermana. Será fantástico.- dijo.

Magnus notó la vacilación de su hijo, pero no dijo nada. Ya le preguntaría después.

Entonces una cabellera negra, seguida de una plateada y otra roja entraron a la habitación cómo un torbellino.