La maldición Potter (Editado)

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—Hola a todos, antes de presentarme ¿alguien conoce la maldición Potter? — dice la dulce voz que hace que todos nieguen con la cabeza excepto Sirius y Remus.

—¿Maldición qué? — pregunta Harry cuando toma asiento todavía consternado ante la mirada burlona de todos.

—Ah pues querido ahijado — le responde Sirius con una sonrisa. — Resulta que cada Potter en la familia tienen ciertas similitudes en unas cuantas cosas.

—¿Cuáles? —pregunta el niño que vivió con una voz que denota un poco de miedo. Era la primera vez que escuchaba sobre era maldición y rogaba que no fuera algo malo porque suficiente tenía con Voldemort, el año escolar y el mundo poniendo todas sus esperanzas en él si le ponían algo más en los hombros iba a ponerse a gritar. 

—Pues — ahora el que responde es Remus —, cada Potter se parece a su padre, pero con los ojos de su madre — dice mientras señala con la mirada a Harry, Albus y James.

—Dos, cada Potter tiene el cabello alborotado y mala vista, pero parece que James o Albus son la excepción — añade antes porque muchos iban a replicar.

—¡Sí son miopes, solo que no quieren usarlos! 

—¡Arruinan mi estilo! — exclaman ambos azabaches ante la mirada divertida de todos, mientras varias chicas de la generación ponen los ojos en blanco. 

—Y la más importante, cada Potter tiene a su pelirroja — dicen los dos amigos de su padre dejando a todos con cara de sorpresa.

Harry trata de pensar si es verdad, claro que su madre era pelirroja y cuando vio a su familia en el espejo de Oesed vio una mujer que era pelirroja así que debía ser su abuela...entonces ¿él también tenía la maldición?

—Pero Pansy es pelinegra— dice mirando a la azabache que tiene a todo el mundo mirándola como si esperaran que de la nada se convierta en pelirroja. 

—Sí papá, lo es, pero no eres la excepción ya que tú sí tienes a tu pelirroja — le dice James y sus hermanos asienten con la cabeza con sonrisas mientras que Pansy analiza las palabras antes de abrir los ojos como platos.

—¿Acaso me pusiste los cuernos? — dice poniéndose de pie y mirándolo de una forma que no es muy amigable que se diga mientras Daphne y Astoria se han levantado también.

—Porque si es así desde ahora te matamos Potter — añade la castaña en tono protector hacia su amiga.

—Pero si yo no he hecho nada — añade Harry buscando ayuda de sus amigos que están solo mirando sin saber que hacer.

—Y ni lo harás — añaden ahora Theo Nott, Draco Malfoy y Blasie Zabini. 

— Esa chica puede ser una cabeza dura y un dolor de trasero cuando quiere, pero es nuestra amiga y la defenderemos.

— ¡Oigan! — gritan desde el escenario y todos se sorprenden de lo potente que tiene la voz la niña, claramente ese es un rasgo de su madre. — Antes de que maten a mi padre, ¿me dejan presentarme?

Todo el mundo se sienta, pero los amigos de la pelinegra mantienen la mirada en Harry que sigue esperando a que sus amigos lo defiendan, pero no, ellos solo lo mira con esas sonrisas burlonas.

—Genial, ahora sí, mi nombre es Elizabeth Amelia Potter — dice mientras se quita la capucha dejando ver a una niña de unos ocho años de largo cabello ondulado castaño rojizo, ojos verdes mezclados con café, piel clarita, mejillas algo regordetas y sonrojadas además bajita, pero claro, solo es una niña. — Parkinson así que no mamá, mi papá no te engaño, ¿acaso no ves lo bonita que soy? — le pregunta dulcemente poniendo ojitos tiernos que hacen que todos, incluso los de Slytherin se enternezcan. Sin embargo, los amigos de Pansy sí se sorprenden ya que la pequeña se parece mucho a Pansy de niña.

¡Hola pasado! (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora