Capitulo 2

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Bob murió por intoxicación de cianuro?" Asombrada, Ana se sentó de nuevo en la silla frente al caro escritorio de caoba de Paul Clayton, el administrador del hospital Northwest. Su estomago se alteró por las noticias. El olor a almendras en el aliento de Bob no había salido del sabor en los cupcakes pero sí del veneno. 

Apesar de los mejores esfuerzos de ella y de su personal, Bob había muerto. Su corazón dolió por la perdida. Ella escondió su tristeza en lo más profundo de su corazón. Compartimentar las cosas viene con el trabajo. "Cómo? Por qué?"

"No tengo todos los detalles." Más cercano de setenta que sesenta, Paul Clayton aun era un hombre apuesto con su grueso cabello blanco y una robusta personalidad que hacia el trabajar con él una alegría. "La policía sospecha que los cupcakes que te fueron entregados fueron mezclados con cianuro. Una vez que los exámenes toxicologicos salgan, ellos lo confirmaran."

La realidad la golpeó como un huracán viniendo del lago Washington en el invierno. Alguien había tratado de matarla. Asombro arrebató el aire de sus pulmones.

Ella se estremeció cuando la ansiedad y el miedo excavaron profundo con sus garras en ella, dejando heridas abiertas. Alguien la quería muerta. 

Y había matado a Bob en su lugar.

Lágrimas se acumularon en sus ojos. Una muerte sin sentido.

"La policía no tiene las fuentes para darte un seguridad todas las horas, así que el hospital a contratado un especialista en protección de TG Associates." 

Ella retrocedió. "Especialista en protección, como un guardaespaldas?"

"Nos tuvimos que mover rápido. Y TG Associates tiene una increíble reputación. Pudieron enviar a alguien enseguida."

Ella se acercó. "Y mi opinión no vale en esto?"

Aunque ella lógicamente entendía la necesidad de un guardaespaldas y podía ver el valor,  ella odiaba no poder estar en control de su propio destino. El tener a alguien que la quería muerta allá afuera la hizo sentir vulnerable de un modo que ella nunca había sentido antes. No le gustaba para nada.

La expresión de él se volvió paternal. "Eres un miembro importante de nuestro equipo, Ana. Tu seguridad es nuestra prioridad. Nos importas mucho."

Por más bien que se sentía el sentimiento, ella no tenía ilusiones sobre su valor. Sus habilidades en la sala de operaciones la hacia una artículo caro, que uno que otro hospital y prácticas privadas buscaban. 

Pero a nivel profesional, ella no era tan cercana con el personal. Las relaciones solo complicaban las cosas. Era mejor mantener a la gente alejada que arriesgarse a una decepción. Suyas y de ella.

"Estoy seguro que el personal apreciará la seguridad extra." El peso de la responsabilidad caía sobre sus hombros. Alguien ya había sido lastimado por ella; lo menos que ella podía hacer era aceptar el generoso gesto del hospital. 

Paúl asintió en aprobación. "Me alegra que comprendas. Esto será para el mejor interés de todos..." 

Un toque lo interrumpió. "Adelante."

La puerta de la oficina se abrió. Ella observó sobre su hombro para ver al recién llegado. Su aliento se detuvo... Santo Dios...

Paúl se levantó y rodeo su escritorio, con su mano levantada. "Señor Grey, confío en que le fue bien en su viaje."

Un alto, delgado y hermoso hombre caminó hacia adelante y se detuvo a un costado de su silla. Él traía puesto pantalones militares caqui y una camisa grande más apropiada para una fiesta en la piscina que una reunión profesional. Traía puestas sandalias en sus pies. Planea ir a la playa después de que termine aquí?

SAVING YOU, SAVING MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora