SAVING YOU, SAVING ME

Capítulo 11

"Aquí vamos," dijo Christian, abriendo la puerta de la habitación del hotel que acababa de asegurar durante la noche mientras esperaban que TG Associates consiguiera una casa segura.

Después de abandonar la cabaña en el lago Cavanaugh, Christian hizo los arreglos para que Gail volara a Portland para visitar a Cassandra. Quería que Gail estuviera fuera de peligro.

También intentó hablar con Ana sobre un viaje, pero esa sugerencia fue como un globo de plomo. La mujer obstinadamente se negó a viajar lejos de Seattle en caso de que la condición de su padre empeorara. Ella quería estar aquí para él y su madre.

Christian no la culpó. Él habría sentido lo mismo si fuera su hermana quien estuviera enferma.

Ana se adelantó para entrar en la habitación del hotel. El aroma de su perfume ligeramente floral llenó su cabeza, haciendo que quisiera acariciar su delgado y grácil cuello. Se detuvo en el medio de la habitación, cerca de la cama king size y se dio la vuelta para inmovilizarlo con una mirada burlona. "¿Dónde te estarás quedando?"

Él sonrió. "Nada pasa por ti, ¿verdad?"

Ella arqueó una ceja. Se movió para abrir la puerta de conexión y luego tocó el conector cerrado hacia la habitación contigua. "Estaré aquí."

Visiblemente relajada, dejó su bolsa de compras con su ropa y artículos de tocador en la cama. "¿Ahora qué?"

"Descanso."

"Prefiero ir a ver a mi padre," dijo, la preocupación nublaba sus ojos.

El detective Clark había llamado con la noticia de que el Señor Steele había ingresado en el hospital con neumonía. El detective había asignado un guardia para el padre de Ana como precaución.

Christian negó con la cabeza. "No puedo. No te dejaré en ningún lado cerca de Northwest Hospital hasta que atrapen a este maníaco." Había demasiadas variables que no puede controlar. Demasiado en juego. No podía dejar que le pasara nada. Si era sincero consigo mismo, sus motivos tenían más que ver con lo mucho que le interesaba que con el hecho de que ella era su protectora.

"Papá no está en el Hospital del Noroeste," señaló. "Está en el Overlake Medical Center, que debería estar a salvo, ¿verdad? Dijiste que el detective Clark tiene guardias en su puerta. Si está a salvo, entonces yo estaría a salvo."

Su tono de esperanza lo afectó más de lo que quería admitir. Él no quería correr riesgos con su vida, pero ella hizo un buen punto. Había guardia en el sitio. El lugar tenía más seguridad, muchas cámaras. Con suerte, el chico malo no tendría acceso como lo hizo en Northwest. "Llamaré a Overlake Medical Center por la mañana y hablaré con su departamento de seguridad. Si podemos establecer algunas medidas de seguridad razonables, iremos."

Una suave sonrisa se escuchó en las comisuras de la boca de Ana. "Gracias."

La necesidad y la vulnerabilidad en sus ojos, en su rostro, se dispararon directamente al corazón de Christian. No se cuestionó cuando dio dos largas zancadas a su lado y la acercó a su pecho. Normalmente no se involucraba personalmente con sus protectores. Mantener una distancia emocional por lo general no era algo difícil para él. Claro, él había seguido siendo amigo de algunas de sus tareas pasadas. Pero abrazar a Ana tan cerca, sentir sus brazos alrededor de su cintura, sus manos pequeñas pero fuertes en su espalda, se sentía como algo más que amistad. El anhelo de besarla lo hizo apretar su agarre.

Su mente luchaba con su corazón.

Sea un profesional, aconsejó su mente, pero su corazón no quería nada más que ceder ante el afecto y la atracción que llenaban su pecho.