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Eres malo por hacerme desearte,
por hacerme soñar cada noche como seria dormir entre tus brazos, por volverme adicta a tus labios sin tan siquiera haberlos probado.
Maldita la distancia que me separa de mi anhelo, benditas las horas que imagino despertar y sea tu sonrisa lo primero que vean mis ojos.
Cómo hago para calmar el dolor que provoca mi deseo por ti... si en otros brazos no encuentro lo que en los tuyos sueño.
Peque al probar otros labios y lidiado con el vacío que a quedado al entender qué sólo tu boca calmará mi sed.
Apiadate de esta alma que existe por ti y sólo por ti.
No importa cuanto tiempo pase, no importa si las estrellas pierden su brillo antes de cumplir mi deseo, ya entendí que no hay tiempo o espacio en este universo que me hagan dejar de sentir este fuego en mi vientre cada ves que te pienso.
Siempre esperaré por ti, por tus besos, tus caricias, tus manos, que van dejando marcas en mi piel. Siempre espera hasta que más que tu cuerpo me dejes cuidar de tu alma.

Bajo la Sombra de la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora