Inesperado (TG) (Arima X Kaneki/Haise)

Sospecha

Había algo extraño en esos chicos, y pronto lo descubriría...
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Caminaba por las calles del distrito 20. Observaba el panorama que disponía aquella mañana, con el cielo azul y despejado y con el sol en lo más alto, eliminando evidencia alguna de que el día anterior hubiese caído una lluvia torrencial y muestras de una pelea indeseada. Siguió caminando hasta que una cafetería captó su atención.

Entró a aquella cafetería, algo desubicado pues nunca la había visto.
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Llegaba más tarde que siempre, bueno, estaba algo cansado de su batalla del día de ayer.

Caminó hacia el mostrador sin percatarse de quién estaba.

Cuando se acomodó para poder salir a atender, se sorprendió de ver a el investigador de la tarde de ayer.
Sentía que moriría en ese instante, temía que el mayor pudiese reconocerlo.

-¿Q-qué se le o-ofrece?- preguntó en un hilillo de voz y tartamudeando, juraba que se estaba muriendo de miedo y ansias sin saber por qué.

El mayor arqueó una ceja, le resultaba curiosa su actitud, y su apariencia. No podía evitar pensar que se parecia al ghoul de la tarde anterior. El parche que usaba, y su complexión delgada, pero por esta misma razón descartaba que fuese el ghoul. ¿Por qué?, Simple, el chico tartamudeaba y su complexión a pesar de ser delgada, se le notaba algo así como frágil, como si en cualquier momento se pudiese romper.

Ya, basta de sentimiento. Pidió lo que quería: 1cafe capuchino y una rebanada de pastel de moras.

Por su parte, Ken se encontraba sudando. El inspector lo había estado observando por tanto tiempo que le dió la sensación de que ya sabía su secreto. Le daban escalofríos su mirada, que le recordaba a la de Arima- San, quien por cierto, todavía no llegaba...

Espera... ¿Que debía importarle eso?, Se supone que es su mayor enemigo... Meh, ya se había acostumbrado a que estuviera en la cafetería.
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Como si lo hubiese invocado, Arima entró a la cafetería, viendo de primera a Kaneki, haciendo que este se estremeciera, pero no lo miró con una de sus miradas serías, frías e inexpresivas de siempre. No, claro que no.

Le observaba con sospecha y algo de molestia. Seguía enojado por haberlo visto con aquella chica emo. Pero resulta, que el tampoco sabía por qué estaba molesto... (Otro más).

Caminó hacia una de las mesas y tampoco se percataba de que uno de sus "compañeros" se encontraba allí, o tal vez si lo notó, pero quiso ignorarlo.

No contó con que Amon sí lo vería y no lo pasaría desapercibido.

-¡A-ARIMA-SAN!- UPS... Se le fue un poco el tono de voz. Bueno, es que muy pocas veces alguien podía hablar con él y pues lógicamente, se emocionó.

El nombrado volteó a verle y solo le dirigió una mirada indescifrable.

-Ejem...- Se aclaró la voz para disimular la emoción.- ¿Le gustaría sentarse conmigo?- extrañamente el lindo ambiente soleado y despejado se había visto interrumpida por nubes negras y cielo gris, las primeras gotas comenzaban a caer. En el distrito 20 lluvia muy seguido, casi parecido a Vancouver, Canadá, así que no era muy extraño. -Q-quisiera hablarle de algo que me pasó ayer en la tarde, con relación al inspector Mado.- habló con la mayor seguridad posible.