—Dime que no han venido por mi y que decidiste raptarme porque te diste cuenta de que vas a extrañar mi extraordinaria presencia- creo que esa era una buena forma de despertarme, porque después de todo mi cabeza descansaba sobre las piernas de Dereck.
—Exactamente eso hice- afirmó bajando la mirada en mi dirección y guiñándome un ojo en el proceso.
Luego de lavarme la cara y enjuagarme la boca lo detallé. Seguía en la misma posición en la que se acomodó cuando le propuse servirme de cabecera. Los brazos doblados detrás de su nuca y una de sus piernas sobre la placa doblada de tal manera que mi cabeza realmente había quedado sobre su abdomen.
Les juro que ese hombre podía tener una facha desastrosa, pero no olía mal, ni siquiera se veía mal. Pero no estaba segura de si su tono de piel era similar al de la tierra o bajo esa capa tenía una piel blanca... o bronceada... o...
Mierda.
Me pilló mirándolo.
—¿por qué me mirabas?- preguntó directo.
— Porque ahora me pregunto ¿por qué esa chica huiría de ti? Incluso... creo que yo no huiría de ti si me encontrara en una situación similar. Diablos, estoy confundida.
—¿Te estás enamorando de mí?- preguntó con sorna.
—Eso quisieras- le mostré mi lengua.
—La verdad es que sí.
—¡MAJUUUUUUUU!- escuché que Majo gritaba desde los barrotes de la entrada- ¿estás bien?- preguntó histérica mientras esperaba impaciente que el guardia abriera- por Dios, me dijeron que te habían dejado en la misma celda que...
Sus ojos se abrieron de repente y enfocaron a Dereck.
—¡VAMONOS!- gritó sin acercarse mucho a mí.
Tras de ella en la puerta, estaba Matt y como no, Alex.
Acorté la poca distancia que me separaba de mi amiga y la abracé por lo que me pareció una eternidad.
—Supongo que será hasta que nos volvamos a ver- comenté girándome hacia el chico que se había convertido en mi camarada. Sin embargo, la expresión de Dereck distaba mucho de ser aquella juguetona y pícara que en el transcurso de la mañana me había mostrado.
Ahora en cambio, estaba mortalmente serio. Y todo en él indicaba peligro.
—Dereck ¿pasa algo?- pregunté alejándome de Majo y acercándome a él, quien inmediatamente desvió la mirada hacia un rincón- ¿Qué demonios?- pregunté sin sutileza tomando su barbilla entre mis manos y obligándolo a mirarme.
—Ya puedes irte. No te preocupes, te libero de tu cita.
—¿Discúlpame?- bueno, eso me dolió- ¿Estás terminando nuestro compromiso? ¿Tú a mí?- bueno, si tenía que ponerme en ridículo para que dejara de mirar como un asesino en serie. Pues que así fuera.
Afortunadamente y a pesar de que se zafó de mi agarre pude notar que sus labios se curvaron en una sonrisa.
>>Vamos. No seas gruñón ¿qué sucede?- me puse de rodillas frente a él y acomodé mis brazos en sus piernas.
Tras varios segundos en silencio se dignó a mirarme de nuevo— ¿Qué acaso no notas como me miran tus amigos?- su tono más que peligroso sonaba bastante dolido.
ESTÁS LEYENDO
Relatos breves para noches de Insomnio
Short StoryDiversión, terror, suspenso. Mini historias con significados poco convencionales que te ayudaran a pasar el tiempo en tus mejores noches de insomnio.