Tal vez mañana

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Ichimatsu se movía incómodamente en su lugar haciendo que Karamatsu despertara. Lo observó unos momentos, luego lo despertó con cuidado al darse cuenta de que tenía una pesadilla.

–¿Eh?... ¿Karamatsu?

–Ya esta todo bien, vamos a desayunar.-Dijo con una sonrisa mientras Ichimatsu observaba a todos lados.– ¿Sucede algo?

–¿Qué día es hoy?

–Umh, martes. ¿Por qué?

–... Todomatsu aún no vuelve.

–Honey, se fue apenas ayer.

–Pero... Tuve un sueño horrible... No creo en esas estupideces pero—.

–Shh, shh, no digas, solo piensa en que todo resultará como lo planeamos.

Ichimatsu asintió y se levantó de la cama. Pasó la mayor parte del día distraído pensando en Todomatsu. Salió un momento a visitar a su madre. Luego al llegar a casa escucho que Karamatsu estaba al teléfono, se acercó con cuidado sin hacer ruido.

–Entiendo. Pero él estará bien, ¿Verdad?

Ichimatsu le arrebató el teléfono mientras escuchaba una voz. A la vez Karamatsu se asusto cortando la llamada de inmediato.

–¿Quién era?-Preguntó serio.

–Este... Nadie.-Respondió con voz temblorosa.

–¿Quién estará bien? ¿Todomatsu?

–Ah, por supuesto que él estará bien.

–Karamatsu, ¿quién era?-Comenzaba a desesperarse mientras golpeaba el teléfono con fuerza.

–Tranquilo, acabas de salir del hospital.

Ichimatsu lo arrinconó mientras lo observaba de forma seria. Sus ojos parecían que le estaba diciendo que si no decia la verdad le esperaba algo peor que la muerte.

–Vamos, my ki—

–Ni una mierda, Karamatsu, habla ahora.

–Era... Un conocido.

–Un conocido.-Habló con sarcasmo.– ¿Y quién estará bien?

–Pues... Él.

–No te creo nada.-Susurró.– Ahora dime con quién hablabas, no olvides que soy un detective y si no lo dices de todos modos lo sabré después.

Karamatsu suspiró mientras desviaba la mirada.

–Es mejor que no lo sepas.

–¿Involucra a Todomatsu?

El antiguo ladrón asintió.

–Mierda... Debo llamarlo. ¿Qué más sabes?

–Dile... Que salga de ese lugar lo más antes posible.

–¿Lugar?... ¡Tú lo sabes! ¿¡Nos has traicionado!?

–No, Ichimatsu, escucha, yo no haría eso.

–Entonces... Tch, no tengo tiempo que perder contigo.

Empujó a Karamatsu mientras tomaba su móvil. Una coincidencia fue que Todomatsu le estaba llamando. Ichimatsu y Karamatsu se observaron.

–¿Todomatsu?

–¿Quién más va a ser? Claro que soy yo.

–¿Dónde estás?

–En la oficina de este tipo... Ya sabes, esta muerto.

–¿Qué?-Su pregunta se llenó de dudas y miedo, recordó las palabras de Karamatsu y le advirtió de inmediato.– ¡Sal de ahí!

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