Capítulo 4

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Por muy extraña e incomoda que me resultara tener esa situación ante mis propios ojos, no podía para de mirarlas, el lindo cuerpo de mi hermana me tenía atrapado completamente, cada vez que un gemido escapa de sus pequeños y rosados labios, por alguna razón desconocida sentía más curiosidad. ¿Como se sentirá al tocar su cuerpo? ¿Realmente quedarme aquí mirando está bien?, durante varios minutos me quedé inmóvil como una piedra mirándolas a la vez que me hacía estas preguntas.
Por mucho que me preguntara a mi mismo había una cosa que tenía clara, en ese momento lo que más deseaba era estar en el puesto de mi madre, junto a mi hermana, mastubandola con total confianza.

¡¡Tranquila hijita mia!!¡¡Piensa en que dentro de poco en vez de mis dedos tu pequeña vagina podrá sentir el pene de tu hermanito!! - Dijo mi madre mientras poco a poco iba aumentando la velocidad con la que metía y sacaba los dedos del interior de Chiyoko.

  -¡¡S-si, si-sigue onii-chan por favor!! ¡¡Quiero sentirte aún más dentro por favor!! -Gimió One-chan a la vez que mi madre metía lo más profundo posible los dos dedos, a lo que mi hermana reaccionó gimiendo cada vez más alto hasta llegar al punto que sus gemidos se podían escuchar por toda la casa.
No entendía porque pero por mucho que no quisiera empecé a sentir una extraña sensación en el pene, sentía como... Se agrandaba ¡¡Pero con cada gemido de mi hermana se agrandaba más!! Durante unos segundos me paré a analizar las palabras de mi hermana, quedé completamente atónito, perplejo,

-¿¡Chiyoko acaba de decir que desea mi pene dentro de su vagina?! - Pensé algo nervioso y a la vez alegre. - ¡¡P-pero s-s-si somos he-hermanos!! - Estaba tan nervioso que no paraba de mentirme a mi mismo diciéndome que no quería hacer el amor con ella, pero en el fondo, en mi interior, era lo que más quería hacer en ese instante. Mis pensamientos descontrolados se detuvieron al escuchar el último gemido de esa noche, Chiyoko por fin, tras varios minutos dando todo su cuerpo, terminó corriéndose.
Como si se tratara de una fuente la vagina de mi hermana expulsó durante prácticamente un minuto, una gran cantidad de sus líquidos, manchando su cama y la ropa de mi madre, en concreto la camisa. Como resultado pude ver perfectamente los pezones de Misaki ya que la humedad de la corrida de One-chan había transparentado su camiseta,no podía decidir entre las dos, eran tan guapas.... Y tenían unos cuerpos tan... Obscenos...

  - ¿Como te ha parecido hoy pequeña? Te has corrido más de lo normal - Le comentó mi madre a Chiyoko mientras la despeinaba cariñosamente a la vez que reía,mi hermana no pudo responder, tenía tanto placer que su cuerpo se había quedado inmóvil, lo único que podía hacer era jadear con la lengua sacada mientras miraba al techo.Al ver que no reaccionaba Misaki se levantó de la cama aún riendo y caminó lentamente hacia la puerta de la habitación.

  - Buenas noches bonita... Sueña con tu hermanito... - Susurró mi madre a pocos metros de la puerta, yo obviamente al ver que se acercaba salí corriendo despavorido hacia mi habitación, al entrar en ella lo más rápido posible me tiré a la cama y me hice el dormido. Mamá al salir del dormitorio bajó a la planta de abajo, supongo que a ponerse ropa nueva y a volver a dormir.
  Yo me quedé unos treinta minutos pensando sobre lo que acababa de ver, hasta que llegaron las una de la mañana, como era de costumbre la puerta de mi habitación se abrió y me volví a sentir observado, después de un suspiro puse mi mente en blanco y cerré los ojos para quedarme dormido.

One-chan ga watashi to issho ni modoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora