¿Por qué a mí?

"¿amigable?"

Pasó la noche, la verdad había dormido bien, mi despertador estaba sonando, así que decidí levantarme, asearme y vestirme.

Cuando baje de mi cuarto vi en una parte de la sala a mi mamá pero estaba tomando.

- ¿mamá?- decidí avanzar hacia ella- no estés tomando, por favor.

- Hijo, lo siento- respondió ella muy apenada de sus acciones sin dejar la botella.

- mamá, ya me tengo que ir, nos vemos al rato.

Me dió tanta tristeza ver cómo mi madre se consumía poco a poco en el alcohol, que nada más de verla se me quitó el apetito y las ganas de ver a alguien. Cuando estaba caminando una personita me abrazó por atrás, era Sara.

- Hola Ale- dijo ella acercándose a mi.

- Hola - le respondí de una manera felíz.

- ¿estás bien?- dijo Sara intentado agarrar mi hombro.

- si.

- espero que no me estés mintiendo- ella me lo dijo de modo que fuera mi mamá y yo el hijo problemático.

-si-dije mientras sonreía.

Eso me daba mucha risa, es muy tierna cuando dice algo así.

De la nada aparece Manuel, me abraza y me dice:

- hiciste mi tarea, ¿verdad?

- si, tranquilo- dije mientras me separaba de el.

- aaaaah, que bien gracias.

El camino para ir a clases fue estable, estábamos los tres hablando de las tareas.

Cuando llegamos a la escuela Sara se despidió de nosotros y se fue con sus amigas.

-¿por qué tiene que ir en otro salón?- dijo Manuel viéndome.

- no tengo idea- respondí.

Cuando llegamos al salón, Manuel cómo siempre comenzó a saludar a todos yo a lo contrario me senté en mi lugar y puse nervioso.

- está es la primera clase, toca álgebra, por favor que el profe haya olvidado lo que pasó ayer. -pensé.

Yo ya estaba temblando, ¿qué tal si se vuelve a repetir?.

Cuando siento Manuel se sienta a mi lado y me ve con una hermosa sonrisa. Eso me dió calma porque​ sabía que alguien estaría conmigo sin importar que cosas malas pasarán.

En el momento llegó el profesor.

Él entró normal al salón de clases, su porte de soberbia daba intriga, su traje y su cabello negro daba a relucir esos hermosos ojos color miel.

Me lo quedé viendo fijamente, el estaba viendo a los otros alumnos pero creo que se dió cuenta que lo estaba observando porque de la nada volteó a verme. Él y yo nos quedamos mirando fijamente mente pocos segundos, después de eso baje la mirada y comencé a temblar.

- buenos días chicos - dijo el apartamento la vista de mi.

- buenos días profesor - todos respondimos ante ese saludo.

-tomen asiento-dijo el.

Todos nos sentamos y sacamos la libreta de su material.

- bueno chicos ayer no me presenté cómo es debido, así que voy a iniciar presentándome, mi nombre es Sebastián.

-tiene un bonito nombre- pensé.

Después de la presentación comenzamos las clases normales, el comenzó a poner ejercicios en el pizarrón para resolverlos.