》 incorrecto

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-¡¿Dónde estabas, Sehun?! Estuve aquí esperándote por media hora -exclamé furioso cuando vi al pelinegro cruzar la puerta de la habitación y caminar con tranquilidad hacia mí.

Mi reclamo pareció no inquietarlo en lo más mínimo. Dio pasos lentos por la pequeña habitación para dos del hotel, se quitó la chaqueta de cuero para luego encender un cigarro que tenía atrapado entre sus labios.

-Tu novio me pidió que me quedara con su gato mientras él iba a comprar no-sequé porque el maldito felino puede morirse si pasa demasiado tiempo solo y tuve que esperar hasta que él volviera a casa -musitó con calma.

-Oh -dije entendiendo- incluso si eso fue lo que pasó, aún así podrías haberme enviado un mensaje o algo.

-¿Para qué, Luhan? Tampoco ha pasado tanto tiempo y de todas formas tu siempre llegas tarde a todos lados -dijo inmutable, acercándose de repente hacia mi. Liberó el humo del cigarrillo tras aspirar contra mi rostro.

-Ya cállate y fóllame -dije harto de la situación tomando el cigarro de entre sus labios y poniéndolo en los míos.

Por primera vez en toda la conversación levantó la vista y me sonrió divertido antes de abalanzarse sobre mí y pegar sus labios a mi cuello. Aspiré y gemí suavemente ante el contacto.

Hacía exactamente seis meses había comenzado a engañar a mi novio con su hermano, con su mejor amigo de toda la vida. Aunque al principio me sentía culpable, entre polvo y polvo la culpa se hacía cada vez menor, cada vez más leve.

-Ten cuidado allí. Si dejas una marca te mato -exclamé mientras mis manos se hacían camino por su cuerpo, descendiendo para desabrochar su bragueta un tanto desesperado.

-Ya lo sé. Hoy pareces estar más ansioso de lo normal -habló contra mi piel antes de retirarse y quitarse la camiseta.

-Es que ¿cuándo ha sido la última vez? ¿Hace ocho días? Estoy sorprendido de que hayamos esperado tanto.

-Es cierto. Tu novio desempleado y con tanto tiempo libre en vez de satisfacer tu deseo sexual parece sólo dejarte con las ganas -rió por lo bajo de su propia broma.

-Sabes que yo amo a Kai pero es cierto, y tu viviendo con él no ayuda ni un poco.

-Espera, yo no soy tu esclavo sexual. El trato es tener sexo libre porque soy con el único que alcanzas el orgasmo. Que mi hermano sea malo en la cama no tiene nada que ver conmigo.

-¿No? -susurré mientras metía mi mano libre dentro de su bóxer y rodeaba su erección con mis dedos. Lo oí suspirar pesadamente contra mi oído, mientras mi mano comenzaba a subir y bajar lentamente- y tienes el descaro de llamarme ansioso a mí.

-Yo nunca he dicho que no lo estaba deseando tanto como tu. Sólo he insinuado... olvídalo -dijo antes de quitarme el cigarro de mis labios y tirarlo lejos para unir nuestros labios en un urgido beso.

Me arrancó la ropa con movimientos ágiles. Como un experto.

Tiempo después estaba acostado debajo de él con mis piernas bien abiertas. Sehun se introdujo con cuidado en mi necesitado y latente agujero. Ambos lo deseábamos. Una vez, completamente dentro, un gemido escapó de las bocas de ambos. Comencé a moverme contra él deseando más movimiento.

-¿Quieres estar arriba? -preguntó con tanta tranquilidad como si estuviera hablando sobre el clima y no como si estuviera metiendo su grandioso pene dentro del novio de su mejor amigo.

-Sí -dije volteándome encima de él rápidamente-. Me sorprende como puedes comprenderme a este nivel físico -dije sincero.

-A mí me sorprende que haya estado fantaseando con que me monten la polla durante toda la semana -dijo otra vez con tranquilidad- y mirate.

Acomodé su erección contra mi agujero y me senté sobre él auto-penetrándome como lo había estado deseando durante los tediosos ocho días de abstinencia. Sehun gruñó con placer y acarició mi espalda hasta dejar sus manos apoyadas sobre mi trasero.

-No me digas que te tocas pensando en mí -me burlé sonriente mientras comenzaba mi vaivén sobre su duro miembro.

Su labio dio un tirón hacia arriba y acercó su boca a mis deseosos labios. Sus manos apretaban mis nalgas guiando el  movimiento qué él deseaba. Nada me ponía como la sumisión ante él. Nada.

-Yo no hago eso -pegó sus labios en mis oídos- yo follo pensando en ti -susurró de una forma que jamás hubiera creído tan excitante antes de morder suavemente mi lóbulo y me sentí derretir.

Era muy fácil encontrar personas que te puedan entender con palabras. Era posible encontrar personas que puedan entenderte a un nivel emocional. Pero era casi imposible encontrar a alguien que supiera comprenderte físicamente a la hora del sexo con precisión. Sehun y yo parecíamos hechos el uno al otro para eso, y mientras más pensaba en eso menos culpable me sentía. Lo nuestro era puro y exclusivo buen sexo. Ambos entendíamos que las relaciones amorosas normalmente poco tienen que ver con el deseo carnal sino con algo más bien emocional, y encontrar ambas en una misma persona era la suerte que claramente a mi no me había tocado. Poca gente podría comprender lo que teníamos sin juzgarlo como pecado, infidelidad o algo incorrecto aunque la verdad era que ambos queríamos demasiado a Kai, tanto como queríamos echar buenos polvos.

Mientras nadie se enterara todo iba a estar bien. Mientras nos mantuviéramos como lo habíamos hecho esos seis meses sin problemas, todo saldría bien... o eso creía.



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liebe «hunhan»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora