Capítulo 17: ¿Galletas?

108 18 6
                                    

–Este... Bueno yo queria– Mis palabras no sonaban congruentes.

Sus ojos me miraban atenta de cualquier movimiento que hiciera, creo que si pudiera ya me hubiera matado con la mirada.

–No existen los balbuceos en esta casa– Dijo con indiferencia poniendome más nerviosa.

Respire y me aclare la garganta.

–Lo siento, vengo a agradecerte por él pan y él chocolate. Y a traerte esto– Le extendí él peluche e inmediatamente lo abrazo.

–¡Oh Gunter! Te extrañé tanto– Su tono de voz cambio a una tranquila –Gracias por regresarme a mi Gunter.

–No es nada– Dije más relajada, al parecer ya pase esa barrera de odio –¿Tu hiciste todas esas esculturas?

–Si cada una de ellas, con un buen cincel y un buen bloque de hielo se pueden hacer maravillas.

–Ya veo– Mire todas las esculturas hasta que si una que llamo mi atención –Me encanto aquella corona de hielo.

–Esa la hice después de un raro sueño, pero bueno ¿Y Marshall?

–Finn lo llamo para que recogiera un regalo o algo así.

–¿Asi que estamos solas?– Pregunto ella mientras colocaba a su pingüino en una mesita.

–Al parecer si.

Se hizo un silencio largo por todo él lugar. El único ruido que se hizo presente fue él martidillo al chocar con él hielo. ¿Qué posibilidades hay de que no salga viva de esta situación?

Pero por él momento solo tenia una duda. ¿Porque me odiaba sin ni siquiera conocerme?

–¿Le puedo preguntar algo señora?

–Simone querida, él señora me hace sentir vieja. Y si claro la su sea.

–¿Porque no le agrado?– Dejo su trabajo y me miro esta vez.

Nunca me había importado la opinión de los demás. Pero era la primera vez que rápidamente me ganaba él desagrado de alguien.

–Bueno no me agradas ni me desagradas, pero tomare mis precauciones esta vez.

–¿Precauciones?

–Si, no permitire que otra chica lastime a mi niño.

Si supiera que su "niño" lastima a muchas.

–No creo que tengas que estar viviendo con temores y atrapada en él pasado.

–Es que tu no entiendes...– Su voz sonó entre cortada y bajo la mirada.

Obvio que no le gusta hablar de este tema, pero creo que la comprendo más que nadie.

–Claro que entiendo. Yo vivía como tú, aislada de los demás, pensando que en cualquier oportunidad me lastimarían, pensaba así hasta que conocí a Marshall– Una sonrisa se dibujo en mi rostro recordando todo lo que a pasado últimamente –Aunque lo trate de alejar fue más necio que una mula, pero él me hizo cambiar de opinión.

–Hablas como si te gustara– Dijo riendo.

–¡Nooo! Claro que no– Dije con la cara más roja que un tomate y ella alzo una ceja.

–Bueno tienes razón, tratare de olvidar y vivir él presente. Desde ahora.

–Exacto.

–Ven vamos a hacer galletas

–¿Galletas?

–Si niña, galletas.

Dejo su herramienta en una mesita y nos encaminamos a la cocina que no estaba muy lejos.

Fiolee: Quedate Conmigo ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora