VI

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Zi Tao observaba desde la sala de juntas como su hijo corria por todo el jardín acompañado de su madre, es que Yi Fan habia sido la mejor inversión que habia hecho en su vida. Para él, ella era una mujer hermosa y que fue la ultima descendiente de los Wu, la habia hecho una joya muy costosa de tener, pero cuando la atrapo la primera, vivio con ella los mejores 6 meses de  vida; ademas de un sexo exquisito, pudo en primera persona como era la leyenda de los Wu: salvajes e intrepidos. 


Justo lo que él queria como pareja y madre de su descendencia, pero cuando se lo contó, ella sonrio y al poco lo apuñalo y huyó. Se juro que la encontraria y la tendria solo para él. Ahora Yi Fan era su esposa, amante, esclava y madre de su primogenito. Shao Ran era un niño hermoso, en unos años más, con educación de su madre seria el mejor gobernante del mundo en su Reino, ademas de que fisicamente se parecian, nadie dudaba que era su hijo y el heredero de los Huang.


Bajo al jardín cuando lo vio correr a sus brazos. Zi Tao lo cargo y besó su frente. 


Mi hermoso heredero - susurro - gracias a los dioses, tu madre es la mujer más hermosa del mundo...

Mami tiene un bebé dentro - dijo Shao Ran emocionado - tendre un hermanito con el cual jugar...


Vio a Yi Fan un poco nerviosa, era cierta.


Otro hijo suyo y de ella.


Jamas en su familia habia pasado, solo se tenia al primero, ocurria lo del segundo, al morir el primero.


Entonces él sera tu segundo al mando, tu mano derecha cuando gobiernes, como tu madre lo es para mi - dijo Tao contento y tomando la mano de su esposa - me haces muy feliz Yi Fan, seré padre de otro hermoso hijo Huang-Wu...

Me alegro que te guste la noticia - dijo Yi Fan acariciando su vientre plano - aun es pequeño, pero debe recibir el mismo amor que su hermano mayor...

Yo lo voy a cuidar mucho - dijo Shao Ran sonriente - asi podremos jugar, ambos seremos guerreros como tu y papi...

Asi sera hijo mio - respondio él dejandolo en el piso y acercandose más a ella - la leyenda se cumple...

No se cumplira, si se cumple de uno de nosotros morira - acuso ella - si morimos dejaremos a un niño huerfano...

Ninguno morira, excepto cuando estemos viejos y arrugados - dijo besandolo - la leyenda se cumplio y ahora se rompera...


Y era cierto, la leyenda que separo a los Huang y a los Wu, que los unia y los condenaba a un baño de sangre, tenia una diferencia, habia nacido un niño sano y venia uno en camino.

Yěshēng Tā De Láng (TaoRis) (EXO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora