You are my cure •yoonmin•

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Jimin abrió sus ojos al oír un ruido en la habitación, frotó uno de sus ojos con su puño y miro toda la habitación con confusión hasta que su vista se topó con un chico pálido de cabello color menta, ladeó levemente su cabeza mientras lo miraba con confusión, aquel chico parecía enojado. Se sentó en la cama y suspiró.

—¿Quién eres? —preguntó con curiosidad mientras miraba a Yoongi con una pequeña sonrisa.
—¿acaso te importa? Piérdete.
—respondió con frialdad y rodeó sus ojos.
Jimin alzó ambas cejas, sorprendido por su respuesta y bajo la mirada. Él solo quería llevarse bien con su nuevo compañero de cuarto. —pues yo me llamo Jimin y.. ¿que te tiene tan enfadado?  ¿Este lugar? Pues a mí tampoco me gusta.
—Hizo una pequeña mueca mientras miraba el lugar y soltó un suspiro.
Yoongi en ese momento quería escapar de aquella habitación, simplemente no lo soportaba y no habían pasado ni media hora juntos.  —¿acaso no entiendes?  No tengo ganas de escucharte y sal de mi cama, vamos. —Se acercó a él y lo corrió haciendo que el contrario se levantará con confusión. —oye! Esa es mí cama yo la elegí antes.
—Frunció su ceño y se cruzó de brazos.  —y a mí que? Dije que esta es mía y punto. —rodeó sus ojos y se acostó en la cama sin decir más nada.
Jimin no podía creer lo grosero que era su compañero de cuarto, soltó un suspiro y subió como pudo a la cama de arriba, sabía que iba a ser difícil. ¿Acaso nunca iba a poder llevarse bien con alguien?
—descansa. —dijo, pero no recibió ningúna respuesta, así que cerró sus ojos y de apoco fue quedándose dormido.

Cuando Yoongi notó que Jimin estaba dormido se levantó y de su maleta saco su libreta de dibujo junto a sus bolígrafos y lápices de colores, volvió a la cama y allí comenzó a dibujar sobre aquella hoja. Ya estaba extrañando dibujar, desde el problema que hubo en el colegio no tuvo el tiempo de volver hacerlo. Esta vez quiso dibujar a su madre junto a sus hermanos en el mismo paisaje que había dibujado en la clase de historia,aquel paisaje era horrible, pero se veía hermoso porque en él estaba su familia. si, un poco tétrico solía ser.
Cuando lo termino puso su pequeña firma debajo y guardo todo nuevamente en la maleta.
Era extraño no estar con su familia, se sentía más solo que de costumbre y no toleraba sentirse así. Suspiró y miró por un momento a Jimin, el pelo naranja le quedaba bastante bien y no se sentía el único chico con cabello pintado en aquel lugar. Se quedó viéndolo por un momento y al ver que él estaba despertando apartó su mirada.

—¿umm? ¿Cuánto dormí?  —dijo para si mismo y frotó sus ojos, miro a Yoongi y suspiró ya que había recordado donde se encontraba.
—no mucho. —dijo sin mirarlo y se sentó en una silla que había en la habitación.
Jimin sonrió. Que le haya hablado lo ponía un poco feliz. —oh. —se sentó en el borde de la cama dejando sus pies en el aire así que comenzó a balancearlos.  —¿No crees que sería mucho mejor si nos llevamos bien? No sé, digo. —en ningún momento miro a Yoongi, no se animaba, su vista estaba clavada en sus piernas las cuales se balanceaban de adelante a atrás.
—ya te dije que no me molestes ¿Acaso no entiendes? —dijo mirándolo con su ceño levemente fruncido.
—p-pero...¿Que te hice? Solo quiero que nos llevemos bien. —su voz sonaba más apagada y ya sentía las ganas de llorar, pero debía ser fuerte, no iba a llorar y menos frente a él.  —p-peroo. —lo imitó de una manera exagerada y dejó escapar una risa antes de acostarse en su cama.

Definitivamente Jimin se sentía mal y avergonzado, lo que él le había dicho a Yoongi no le tomo importancia y solo se burló de él logrando herirlo, pero no iba a llorar, con todo lo que había vivido y sufrido no podía llorar por algo tan insignificante. Soltó un suspiro y volvió a recostarse en su cama, observando el techo en silenció.