T extraño

12 2 0
                                        

Y aquí estaba yo, una vez más, escribiéndole de nueva cuenta a un amor que quizás no me respondería jamás.

Aquí estaba yo, con los recuerdos a flor de piel, con la sensación de que sus caricias continúan en mi piel, aunque si, era así, nadie había pasado por los sitios en que estuvo élla, nadie, sus huellas seguían intactas en mí y tal vez eso era lo que dolía más, entre tantas cosas.

La echaba tanto de menos que releía sus mensajes una y otra vez, incluso reproducía sus notas de voz y no puedo explicar la sensación que se apoderaba de mí, una mezcla de alegría, melancolía y decepción.

PensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora