Cada silenciosa noche desde que no estás, cuando mis ojos dejan de añorar tu presencia y se cierran melancólicos, la misma pesadilla abruma mis sueños.
Una y otra vez se repite nuestro paseo en un mundo fantasioso. ¿No puede ser más fantástico el hecho de que sigamos juntos? Llega un momento en que detengo mi caminata, sin saber porqué, pero de alguna manera, mis sentimientos se sienten tan vivos, tan reales como también dolorosos.
Con el corazón herido, negándose a olvidar todo, latiendo con fuerza cuando inundas mis pensamientos; tu ilusión sigue su camino, sin mirar atrás, sin reflexionar en mí. En esa instancia, no hago más que preguntarme que tan lejos llegarás; ¿yo podría llegar contigo hasta el final?
Discúlpame por estar tan lleno de ti; por pensarte tanto y por abandonar mi puesto a tu lado.
Cariño, lo siento.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
