Do I Wanna Know?

Tercer Noche

     Había estado deambulando un rato antes de entrar a mi habitación. Me visto rápido y salgo. Tomo prestado el auto de Blasty.

Revuelvo mi cabello, va a matarme.
Dos horas y media después, estoy en un café en medio de una ruta.

Es medianoche. Mi celular está plagado de llamadas perdidas y mensajes diversos de quien evitaba.
Una mano chamuscada y deformada se extiende entre una de las mesas del fondo, hay muchos hombres del camino cenando.
Enfrento sus ojos verdes. Su otra mano está vendada todavía. Me sonríe.

- Siéntate, hay mucho que hablar...

Van a ser las 6 de la mañana cuando llego a la cabaña. Cierro con cuidado la puerta de roble.

Una maceta se estrella a mis espaldas. Luego otra. Ahora, como proyectiles, son almohadones. Lo sujeto de las muñecas, está tan angustiado que me duele más su mirada mortífera que una maceta.

- Perdón. - Es lo único que me sale decirle. Me mete un derechazo, me lo merezco.

- ¿Dónde estabas? ¡¡ME DEJASTE SOLO COMO A UNA ZORRA CUALQUIERA, Y NO CONTESTABAS, NO MERECES MI PREOCUPACIÓN HIJO DE PUTA!! -.

Me propina un par de golpes más. Me tumbo en el tibio piso de madera. El techo está lleno de telarañas. Se sienta a mi lado.

- ¿Fuiste a encontrarte con él, no es así? ¿Con ese brócoli drogadicto, no?-. Asiento. Lo observo.

- Van a dejarnos tranquilos con la condición que tu vuelvas a bailar para el club. Me negué, no quiero que nadie te mire. Pero me advirtió que si no lo hacías, tendrías que vender tu cuerpo hasta pagar la deuda del hospital de tu madre, que Todoroki estuvo pagando. Le dije que prefería pagarla yo, gano bastante bien con mi comic... Y ahí fue cuando todo se fue al demonio, tenían a mi editor secuestrado. Más la promesa de que habrían varias amenazas de muerte si no me echaban... Yo, lo siento Bakugou... No sé qué hacer, esperan una respuesta... -.

Te siento respirar con profundidad, tanto esfuerzo y dolor para esto...

- Volveré a bailar, no tenemos otra opción Ei. Escapamos mucho, si ésta es su propuesta de paz, antes que alguno muera masacrado... Prefiero volver, por ti, por ambos.

Aprieto mis puños y mandíbula. Me siento tan poco hombre por no poder asegurar a mi... Momento. Lo miro, me sonrojo.

- ¿Qué pasa pelos de mierda? -.

- Yo... Tú... ¿Qué somos? - Me mira incrédulo.

- Pues visto y considerando que me bailaste, e hicimos el amor, podría ser tu tío ¿qué te parece, puto retrasado? - me da un coscorrón, mientras gimoteo él sonríe.

- Qué lástima, yo quería que fueses mi novio, pero se ve que seré tu sobrino. - Se tira encima mío besándome con fervor. - Ven a vivir conmigo.

El viaje de vuelta es silencioso, nos turnamos para manejar. Mal que mal, tus sonrisas salvan las mías.
Son la mano que sujeto con fuerza y me dan ánimos de vivir.

Tus cosas más importantes las traes contigo. La mudanza es prescindible.
Tiramos todo así nomás en la entrada. Lleno la tina con agua caliente y ambos nos metemos. Lavamos el cuerpo del otro, entre besos, caricias y succiones. Marco su cuerpo como mío, en unas horas debe volver a ese escenario...

Hacemos el amor allí, lo embisto contra el borde de la bañera, él se masturba siguiendo mi ritmo. El chapoteo se vuelve erótico, son oleadas de calor líquido contra nuestras espaldas. La tuya está llena de mordidas, mis colmillos dejan marcas de amor.
Antes de acabar me empuja y él me penetra a mi. Sujeto su rostro, quiero que nos veamos alcanzar el clímax. Tengo el agua hasta el cuello, acabo en su vientre y él se derrama en mi interior.

Nos tenemos que volver a bañar.

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El bastardo mitad y mitad no está, según Shoji, se fue hace rato. No quiere verme.
Me toca el horario estelar, me siento tan deprimido que no me importa planear una coreografía.
Le mando un mensaje a Eijirou, no me contesta. Muerdo mis labios en mi camerino. La impotencia que tengo me derrumba...

Son las 2 de la madrugada, grupos de hombres y mujeres vitorean y aplauden mi retorno a medida que soy anunciado.
El alcohol circula como agua, drogas y pastillas... El sexo fácil se huele en cada rincón.

Estoy vestido como la vez que lo conocí. El valor me invade, es por nosotros. Por un futuro entre él y yo.

Los sintetizadores de Army of Me de Björk irrumpen en la oscuridad del escenario,  un poco de humo me rodea, camino por la tarima al compás de la canción. Meneo la cadera, las luces son azules de neón con rosa. Doy un aspecto monstruoso a inquietante.

Veo sus ojos y su sonrisa a lo lejos. Estoy bailando para él.
Me excito de sólo sentir su mirada escarlata sobre mí. Me acaricio sensualmente, las ropas caen como pétalos de una flor marchita. Gateo, gimo inconscientemente. Él me provoca a seguir, a hacer poses que invitan a hacerlo aquí sin más. Quiero que sienta que si no me coje ya, va a morir. Quedo en boxers, agarro mi entrepierna y la froto. Cuelo el tubo en mi trasero.
Hay silbidos y dinero a mi alrededor, tu abrigo cubre tu erección y tu mano masajeándola.
Sólo así, sólo así vale la pena ser un stripper.

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Estamos en su camerino, estoy empotrándolo contra un sillón deshecho. Acabo sin más manchando su firme culo de semen. Él ya pintó el sillón.
Nos abrazamos en ese calor extasiante.

- Sólo un año y seremos libres. - le susurro intentando calmar mi propio llanto de impotencia. Nos acomodamos la ropa entre besos fugaces y pellizcos.

El amor tiene que ganarle a toda ésta mierda.

Una tenaz presencia a nuestras espaldas. Sé que es Todoroki.
- Red Riot ¿Me dejarías conversar amenamente con mi empleado? -.

No sé qué me molesta más, si su voz sombría, su falta de noción de lo que me sucede con él o el hecho que me haya llamado...

- ¿Red Riot? Por favor... - Vuelve a insistir, miro a mi novio con duda, el cabecea sin dirigirme la mirada. Me retiro en silencio. Choco hombros con él, me molestas tanto, bastardo.

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Me falta el aire, el bastardo me propinó dos golpes en el vientre que me hicieron vomitar.

- Termina con él o él muere... -.

Me patea en las costillas. Duele como mil demonios.

- Mátanos a ambos entonces, perra. - La sombra musculosa de Eijirou tapa a Todoroki, a medida que un rastro de sangre se estrella en mi rostro. Si le rompió o no el cráneo con ese palo, no importaba. En estos momentos es mi héroe. Me levanta y abraza.

Una risotada nos asusta. Endeavor aplaude desde la puerta.

- Muy bien muchacho, ¿buscas trabajo? Nos serviría alguien como tú por aquí, sobre todo si mantienes al imbécil de mi hijo en su lugar... Justo contraté a otro muchacho, también. -.

Kirishima y yo nos miramos incrédulos. A sus espaldas estaba un tipo de pelo plateado.

- Tetsu... - susurra el pelirrojo.

- Tomo eso como un sí, primer orden: saquen a este inútil de mi vista. - El gigante tipo se retira gruñendo a otros bailarines. El peligris me mira super sonriente. Me sumerge en sus brazos como si me conociese de toda la vida.

- ¿Así que a él le ibas a proponer matrimonio, Red? - grita en mi oído.

Nuestras miradas carmesí se enfrentan. De fondo está True de Spandau Ballet, aunque no sé si suena en el escenario o solamente es en mi mente, ya que todo es más rosado y suave de repente.

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LOS PERSONAJES Y NOMBRES UTILIZADOS NO ME PERTENECEN, SON PROPIEDAD DE Kōhei Horikoshi. Créditos de portada a su autor @Jo_m_Du.

Gracias a mi waifu por el apoyo! Y obvio, a ustedes, mis lectores! Hasta la próxima.