Primer Accidente

641 68 54
                                    


- Que estoy bien muchachos - Digo risueño. Ambos me miran incrédulos.

- Hace medio año que vives en celibato ¿y realmente lo crees? - Ríe sonoramente Sero. Luego de ser arrastrado por una cantidad significativa de bares, y un par de llamados extraños a Mineta terminamos en un ¿burdel símil americano? Llamado Hot 'n Cold en un barrio alejado de la ciudad.

Al no ser tan buen bebedor me abstuve y terminé como conductor designado.

- Sabes, nosotros somos más heteros que el hobbit-púrpura-pervertido, pero mereces un poco de diversión. Pobre Kirishima, pobrecito, necesita ver penes. Muchos penes - Gimotea entre hipidos Kaminari mientras levanta ambos pulgares, luego de dos pintas de cerveza y unos indefinidos shots de tequila en el primer bar, terminó así. Sero se arriesga a pasar la mano por mi cabello como si fuera un perro.

- Tenían razón, necesitaba salir con ustedes. - Al escenario sube un tipo corpulento. Más bien enorme, de cabellos rojos. Grita un par de cosas y todo se pone negro.

¿Alguna vez les pasó que se quedaron sin saber cómo se respiraba por una mirada? Llego a escuchar la canción, pero no logro mover un músculo.

Mi corazón posiblemente se saltó un par de latidos. Ante mi, el hombre más imponente y varonil que vi en mi vida, mueve sus caderas con una pierna sobre la silla y acaricia su cuerpo como a mi me gustaría hacerlo.

Lleva una campera y botas de cuero, una camiseta negra de tirantes con una X blanca en centro y un muy ajustado pantalón azul. El cigarro en su boca se consume, y luego de una calada lo tira y pisa. Avanza por el escenario, sin perder el ritmo, casi siguiendo los acordes con sus pasos. Mientras se contonea, la campera empieza a caer de sus hombros.

Tapo mi boca para evitar que alguien note mi quijada abierta. Nuestras miradas se cruzan tal vez muy seguido, o eso creo. Lo siento devorarme con furia. Un gemido inaudible se me escapa al momento que la camiseta desaparece y puedo ver su piel, un cuerpo de infarto. Me agito súbitamente, el pantalón cae con una sensualidad que no puedo digerir... No recuerdo la última vez que sentí ese cosquilleo en mi entrepierna.

- ¿Ese no es Bakugou? - rompe el encanto Sero, aguantándose una carcajada. - Tu no llegaste a conocerlo, cuando entraste a la UA, él la dejaba y ahora veo a qué se dedicó...

Mis ojos vuelven a él, hechizados. Está solo con un boxer ceñido. Se desliza por el tubo con una sensualidad que me rompe. Y... Esperen, ¿qué hace? Ok, gatea... ¿Pero por qué hacia mi? Oh dios, no. Mini Kiri está alerta.

~~~~~~~~~~~×~~~~~~~~~~~

Sus ojos están tan compenetrados con los míos, que se volvió íntimo. Bailo para él. Río en mi interior, se cruzó de piernas, está excitado y muy sonrojado.
Gateo acercándome, y me inclino sobre él hasta formar una sombra, como un felino muevo el culo erguido. Nuestros alientos chocan y se funden. La camisa azul, como su campera de aviador, los pantalones ajustados... El tipo es un manjar. Me siento en sus piernas y me meneo. Tiembla como una hoja, sin embargo no me toca. De todos los ojos que me violan a mi alrededor, los de él son los más dulces y suaves. Me pregunto si sus labios también...

Robo un beso en su mejilla antes de retirarme, fúrico, con el término de la canción.
Corro tras bambalinas, me encierro en el baño y golpeo todo a mi alrededor.

¿Qué mierda fue eso? Todoroki va a... No, que se pudra. Una noche de diversión no me viene mal.

Vuelvo decidido a mi camerino y está ahí, apoyado en un sillón. Nos alumbra apenas una tenue luz amarillenta de la calle que se cuela por la ventana. Sus ojos son gélidos.

- ¿Qué fue eso? - se cruza de brazos.

- Un puto baile de putos, cariño.

- No, hablo de tu mirada. Tu cara, no era la de siempre de molestia. Lo disfrutaste.

- Si, ¿y qué? Es lindo bailar para alguien que le interesas, para variar. Que no te ve como un objeto...

- Vuelve a hacer algo así y me aseguro de castrarte. - Ya no me inmuto ante su gruesa voz.

- Tú. No. Eres. Mi. Dueño. - desafío - ¿Por qué no vas a revolcarte con el imbécil de Dek- Las palabras se ahogan en la sangre que se desliza de mis labios, un puñetazo tras otro.

- Ni se te ocurra volver a hablar así de él, es puro. No es un muñeco roto como tú. - De un rodillazo en el estómago me tira al piso - Y mientras trabajes aquí, eres mío Katsuki. A menos que quieras que tu madre muera sin su tratamiento, claro...

El silencio, luego de que él se retira, me asfixia. Podría romper todo, pero no. Ella es más importante, trago mi ira con impotencia... Me limpio todo rastro de la paliza y con ropa nueva puesta lo busco entre la multitud, pero desde su misma mesa me llama... Oh, no...

- ¡Bakugou! ¡Oye! ¡Si estás libre ven! - Un Sero resplandeciente agita sus largos brazos. Y allí, maldita sea. Esas orbes me frenan en seco. A pocos centímetros de la mesa.

Soy abrazado y palmeado por ambos idiotas. Me sientan a su lado, mi corazón no late, y él me sonríe mostrándome una hilera de dientes de tiburón - Soy Kirishima Eijirou. Encantado Bakugo.- Extiende su mano, la tomo lentamente.

Mierda. Mierda. Mierda. MIERDA.

La suelto apenas puedo, sudo y tiemblo. Se sintió como electricidad, como una corriente que recorrió mi cuerpo. Escucho bromas, preguntas innecesarias de cómo terminé aquí, de cómo está mi familia. Nada me importa, necesito llevármelo a la cama. Y no puedo esperar.

×××××××××××××××××××××

Soy arrastrado otra vez, el aire desapareció de mis pulmones hace rato y sólo puedo inhalar su perfume.

Me envuelve el frío de la calle, mientras soy lanzado a un auto, él corre a la puerta del conductor y arranca el vehículo. No hablamos en el camino, pero reconozco la canción que está de fondo, Nightcall de Kavinsky.

Su silueta imperturbable delineada por las luces del exterior, sus manos sujetando el volante, sus pestañas, su cabello rubio alborotado, sus labios hinchados. Quiero grabar todo en mi memoria, quiero pertenecerle. Ahora, ésta noche y todas las que pueda.

Frena el auto frente a un hostel y... No, pánico. Miedo. Busco su mirada. - ¡No estoy listo para esto! - Grito desesperado, sujetando mis rodillas, respirando por fin. Su risa llena el ambiente.

- Menos mal... Yo tampoco. Realmente te traje con ese puto impulso pero, te secuestré como un bastardo calenturiento y ahora estoy paralizado.

Ambos nos reímos como idiotas.

Decide después de varios titubeos, llevarme a mi casa y olvidar todo lo de recién y empezar de nuevo.

Pero, estamos en la puerta del edificio parados y ninguno se despide.

Hay algo especial.Y no puedo perderlo.

Lo agarro del cuello de la camisa y lo beso. Lo besé, maldita sea. Sus manos se entierran en mi cuello. Su lengua se entrelaza con la mía. Corto el beso para ingresar e ir directo a mi departamento. Dos pisos entre gemidos y salvajes besos en el ascensor, se abre la compuerta y descendemos.

Nos miramos muertos de deseo, inquiriendo si seguir o no. Besa mi frente, y yo sus lastimaduras. Es un si. Avanzamos hasta la puerta.

- ¿Eiji, qué...? ¿Kacchan? - Y ante nosotros, la persona que menos queríamos volver a ver. Sin saberlo, como un accidente, el ex de ambos estaba en la puerta de mi casa con una valija.

- Deku... ¡MALDITO! - lo último que veo es a un explosivo rubio ahorcando a quien iba a ser mi esposo.

/////////////////::://///////////
Hasta aquí! Como siempre LOS PERSONAJES Y NOMBRES UTILIZADOS NO ME PERTENECEN, SON PROPIEDAD DE Kōhei Horikoshi. Créditos de portada a su autor @Jo_m_Du.
Gracias esenciales a Daiana, Melangas y Kiski por ser tan hincha cocos y dulces <3
Hasta el próximo cap!

Do I Wanna Know? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora