Ebrios CaníbaleZ- El Principio Del Fin [Libro 1]

Capítulo 17 "Identidad al descubierto" Parte II (Flashback de Katrina)

***CAPÍTULO DEFINITIVO***

Las aves cantaban en los arboles minutos antes que el sol se asomara, iluminando tenuemente el lado del hemisferio donde aún había oscuridad. Los gallos despertaban a los campesinos antes que amanezca para comenzar su labor, y al igual que mucha gente, Katrina despertó.

Abrió los ojos de una forma abrupta al asustarse con la alarma de su celular, se sentó en la cama pasando sus manos por los ojos y luego apagó la misma. El cantar de las aves siempre lograban ponerla de buen humor, ese hermoso sonido la llenaba de alegría. Y el saber que ese se reencontraría con su novio, Tobías, la llenaba de una alegre ansiedad. Tomó algo de ropa de su closet junto a una toalla y se dirigió al baño para darse una relajante ducha caliente, despertándola del todo y llenándola de vigor.

Al terminar, bajó las escaleras de su casa y se dirigió a la cocina para preparar el desayuno de ella y su padre. Dos tazas de humeante café con un pequeño chorro de leche, varias tostadas con jamón y queso, y un poco de fruta fue el desayuno elaborado por ella. Ella se sentó en la mesa y a los segundos ingresó su padre, Jonás, quien se sentó junto a ella.

Katrina estaba enamorado de su padre, como cada mujer a quien tuvo a su padre siempre a su lado. Jonás, un hombre que ya pisaba los cincuenta, bastante fornido y con cabello repleto de canas, se sentó en la mesa con su típico rostro de "No estoy de humor, no molestes", aunque él no sea así.

—Este desayuno se ve excelente, hija—Elogió lo que había frente a él—. ¿Ansiosa? —Preguntó antes de beber un sorbo de café.

— ¿Ansiosa de ver a mi novio, después de no verlo por casi un mes entero, y que además también sea la primera vez que mi padre lo conozca? Para nada—Respondió ella con sarcasmo.

—Tranquila hija, no creo que me caiga mal. Siempre te dije como elegir a los hombres, así que si seguiste mi concejo no tengo de que preocuparte y tu menos—Agregó Jonás.

—Por cierto—Agregó Katrina—, dijo Tobías que le gustaría que los vayamos al cine luego de vernos. ¿Qué dices, te apuntas?

—Me encantaría hija, pero tengo mucho trabajo por hacer, todavía me quedan muchos capítulos por editar antes de enviar mi trabajo.

—Papá, llevas varios días encerrado en tu estudio escribiendo el nuevo libro. Esos zombis no saldrán del libro si los dejas un día para pasarlo con tu hija y su novio, y sin contar que estas muy adelantado con ese libro—Reprendió Katrina—. Además, es el tercer libro de tu saga, los fans pueden esperar un día más. Vamos papá, por mí—Suplicó ella con cara de perrito regañado.

Jonás rió mientras rascó su tupida barba.

—Está bien, sólo si ustedes invitan la entrada y palomitas—Sonrió él prosiguiendo con el desayuno.

—Trato hecho—Respondió Katrina sonriendo para luego levantarse y abrazarlo.

—Bueno, bueno. Demasiado cariño—Agregó Jonás sonriente—. Enciende el televisor, cariño, veamos cómo va a estar el clima para hoy.

Katrina tomó asiento nuevamente y agarró el control de la televisión. La encendió y colocó el canal de noticias para esperar el momento en que dictarían el clima del día, y también de la semana. En él se vio una reportera que estaba por llegar a la tercera edad pero muy coqueta, y a sus espaldas estaba un hospital con un montón de gente yendo y viniendo.

—...espaldas tengo el hospital general "Laico", uno de los hospitales más concurridos en el campo de urgencias. Hoy me encuentro aquí debido a un acto... bastante aterrador—Anunció la reportera, remarcando esa frase con su voz y gestos—, donde un doctor fue ferozmente atacado por un paciente que fue diagnosticado, por más difícil que sea entender, clínicamente muerto—La mujer hizo una leve pausa dramática luego de decir eso—. Un joven alcoholizado y herido en varias partes de cuerpo ingresó en urgencias, que rápidamente fue atendido por doctores y enfermeras de turno.